lunes, 11 de septiembre de 2017

MASTER OF PUPPETS: REGRESA CLÁSICO DEL METAL EN EDICIÓN DE LUJO PARA COLECCIONISTAS



“Nosotros solo estábamos grabando un disco, jamás imaginamos el impacto que tendría” dijo recientemente Kirk Hammett, guitarrista de Metallica, refiriéndose al álbum Master of Puppets, el tercero del grupo. Sus producciones anteriores -Kill'em all (1983) y Ride the lightning (1984)- habían sido recibidas con enorme entusiasmo por la comunidad metalera que rondaba por subterráneos locales, desatando ruidosas catarsis en conciertos para públicos marginales, que veneraban al grupo como el más rápido y furioso de la primera generación de exponentes del thrash metal, pero fue este LP el que hizo notorio su poderío, por primera vez, al gran público.

Treinta y un años después de su aparición, se anuncia el lanzamiento de una colección con 3 vinilos, 10 CD, 2 DVD, 1 cassette y 1 libro con fotografías, letras de canciones y crónicas acerca de todo lo concerniente a este icónico disco. Hace una semana, James Hetfield, cantante y guitarrista, reveló los contenidos del boxset en un video de YouTube que supera las 200,000 visualizaciones.

Además del álbum remasterizado, esta edición de lujo incluirá material inédito: ensayos de cada tema, entrevistas y conciertos del periodo 1986-1987. Entre estas joyas de la corona metálica destaca una grabación artesanal del show que ofreciera el cuarteto el 26 de septiembre de 1986 en Suecia, el último del bajista Cliff Burton, quien falleció trágicamente horas después en la carretera rumbo a Dinamarca. Asimismo, las audiciones de su reemplazante, Jason Newsted, y su primer concierto con Metallica, mes y medio después del fatal accidente.

Master of Puppets, que ingresó el 2015 al Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, por ser “cultural, histórica y artísticamente significativo”, contiene una hora de contundente música, compuesta, arreglada e interpretada por cuatro muchachos que apenas superaban los 20 años de edad. Como comenta el baterista Lars Ulrich: “¿Cómo demonios lo hicimos? Éramos solo unos chicos fanáticos del metal. Hicimos música con muchas agallas”. El álbum impresiona desde su carátula, una distópica ilustración que muestra un camposanto bajo un cielo rojo sangre y dos manos que manipulan los hilos de una marioneta.

Este disco es para aquellos oyentes que buscan emociones fuertes a través de la música: sus ocho canciones, de atronadora agresividad, son ejecutadas con altos niveles de destreza técnica y arreglos sumamente complejos: pesados riffs, sutiles armonías en guitarras, repentinos cambios de ritmo y solos vertiginosos que hicieron de Metallica una banda respetada incluso por fuera de los ámbitos metaleros, a pesar de que no tenían presencia en los circuitos convencionales de difusión (radios, MTV). Desde el misterioso inicio acústico de Battery hasta la furia desatada de Damage Inc., el álbum genera una atmósfera de intenso vértigo de la cual es difícil escapar.

En cuanto a las letras, Hetfield aborda temas oscuros como la locura, la alienación social y la manipulación del poder con agudeza y creatividad, que pueden interpretarse de manera literal o figurada. Por ejemplo, Disposable heroes es una abierta diatriba contra el aparato militar que usa a los más jóvenes como escudos humanos al servicio del gobierno sin explicarles por qué; mientras que Master of puppets (la canción) propone la existencia de un poder omnímodo –los políticos, la religión, las drogas- que domina todos tus actos hasta someterte. Welcome home (Sanitarium) está contada desde el punto de vista de un peligroso paciente psiquiátrico; y Battery es una frenética invitación al desahogo. Por su parte, Leper Messiah ataca a los charlatanes evangelistas televisivos y The thing that should not be repite las referencias a la literatura fantástica de H. P. Lovecraft que exploraron antes en The call of Ktulu.  Orion, tema instrumental, nos ofrece un testimonio del incendiario talento del bajista Cliff Burton, un año antes de su muerte.


Metallica cambió, con Master of Puppets, la forma en que el público entendía el heavy metal y, tras la muerte de Burton, sus valores intrínsecos se potenciaron hasta convertirse en legendarios, razón por la cual se le considera hasta ahora como el mejor trabajo discográfico de esta banda, antes de convertirse en las superestrellas que son actualmente.