La pregunta clásica de cada 1 de enero - o 2 en el caso de las oficinas - que se hacen todos entre todos... ¿qué hay detrás de esa inocentona pregunta? Creyendo como todavía creo - a pesar de todo - en el género humano, estoy seguro de la existencia de un pequeño porcentaje de personas (en el cual me incluyo) que le preguntan eso a otras con el sincero interés de saber si el entrevistado realmente la pasó bien, con la posterior satisfacción, también sincera, si resulta así...
Pero me imagino que también abundan los casos en los cuales alguien que no la pasó muy bien que digamos - ya sea desde los parámetros que le hayan impuesto acerca de qué significa "pasarla bien", osea haberse emborrachado en alguna discoteca o disfrutado de una encopetada cena danzant con orquesta y cotillón amarillo; o ya sea que ciertamente no la pasó como hubiera querido pasarla por x, y ó z motivos - se la pasa preguntando a los demás cómo la pasaron la noche de año nuevo con la secreta esperanza de encontrar a alguien que la haya pasado peor que él - o ella - o para alimentar su autodestructiva envidia escuchando cómo se divirtieron los demás...
Esta reflexión me acometió cuando llegué al trabajo hoy miércoles 02 de enero, primer día laborable del 2008. No porque me hayan preguntado mucho a mí "cómo la pasé" - porque por lo demás, sigo siendo the new kid in town osea que a casi nadie le interesa qué hice o dejé de hacer en año nuevo - pero sí escuché la preguntita de marras en cada pasillo, detrás de cada puerta... es más, en el micro que tomé en la mañana todos conversaban de lo mismo: a qué hora llegaron a sus casas, qué canción bailaron, cuántos tragos se tomaron, en fin...
Lo que realmente me llama la atención no es que las personas se pregunten entre sí de qué calibre fue su fiesta de año nuevo, sino el sentimiento de culpa que en algunas ocasiones, eso puede generar. Directamente he sido testigo de la manifestación de este asunto, cuando escuché a una persona contarme que "la cena/fiesta/show no estuvo muy buena" cuando lo más probable es que en realidad se haya divertido de lo lindo, botando a patadas un año que no fue lo suficientemente bueno como para sentir nostalgia por él, y junto a la persona que más quiere además... Osea la pasó bien con quien quería pasarla bien... ¿qué más se puede pedir?...
No es necesario dar detalles con respecto a esta situación, aunque quizás pudieran ayudar a entender tan extraña actitud, sólo quiero resaltar que así sea por tratar de no "herir" susceptibilidades al final de cuentas mentir les queda peor a aquellas personas que deciden no aceptar que planificaron una bonita velada para recibir el Año Nuevo, en las perfectas condiciones léase haciendo lo que a uno le gusta o siente deseos de hacer en ese momento particular (no "obedeciendo a la sed" que crea la publicidad y la masiva idea del fiestón con grupos enormes de gente que uno de repente no quiere ni ver...), en compañía de una persona especial.. eso no tiene precio... En todo caso, apliquen la sabiduría del gran Silvio: "... soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad".
Bienvenido sea el 2008 y espero que este año sea mejor para todos en todo... un mensaje a los que leen este blogo: comenten pues a ver si el próximo fin de año entramos a las nominaciones del
útero de marita (
http://www.uterodemarita.com/), uno de los mejores blogs de la CHOLÓSFERA - buenazo el término, acuñado, eso creo al menos, por Marco Sifuentes, creador del mencionado útero...
Saludos y hasta la próxima...