El humorista gráfico Eduardo Rodríguez suele dar en el clavo con sus visiones agudas acerca de la actualidad política. Influenciado por Quino, coloca los pensamientos del colectivo sobre temas puntuales en las bocas de personajes imaginarios, con rostros neutrales, que representan no una caricatura concreta sino un tipo de ser humano: pueden ser dos señores transeúntes, dos analistas políticos, dos comentaristas informales. Y en esta viñeta - que utilizaré también para un post, si llego a escribirlo - resume las aguas pezuñentas en las que se está remojando el actual proceso de elecciones municipales. Buena...
miércoles, 29 de septiembre de 2010
sábado, 25 de septiembre de 2010
HOMBRE ESQUIZOIDE DEL SIGLO 21
En el post anterior hice un Top 5 de King Crimson, uno de los colectivos artísticos más desafiantes de la historia contemporánea de la música grabada. Y no incluí este tema deliberadamente - el primero que hicieron y que abre además, su primer álbum - porque merece un post aparte. King Crimson, aunque apareció dentro de las coordenadas del desarrollo del rock and roll en general, como cultura y acontecimiento social - y del rock progresivo en específico, si de rótulos hablamos - dejó claramente establecido desde su primer producto discográfico que lo suyo estaba destinado a ir más allá. A la luz de lo registrado en toda su carrera, eso es una realidad incuestionable.
No quiero extenderme mucho al respecto, sencillamente quiero hacer notar que hace ya 41 años atrás, Robert Fripp (guitarra), Greg Lake (bajo, voz, guitarra), los hermanos Peter y Michael Giles (bajo y batería respectivamente), Ian McDonald (saxos) y Peter Seinfield (letras) compusieron no solo una de las canciones épicas más representativas del espectro conocido como rock progresivo, sino que además plantearon en la aparente volatilidad de su letra, el carácter del hombre actual. No importa que estemos hablando de un cobrador/conductor de micro, de un gerente junior en 4x4, de un empresario líder de su rubro (peruano o extranjero) ciego seguidor del capitalismo más depredador, de un candidato político pletórico de frases hechas e hipocresía (hombre o mujer) o de cualquier otro tipo de personaje, podríamos aplicarle algunos de los versos de este tema premonitorio.
Hace década y media atrás, mi profesor Jorge Salazar, que en paz descanse, hablaba de que "la principal característica del hombre moderno es la neurosis, debido a las luces de neón, la contaminación sonora, la velocidad impuesta por el modelo de vida que privilegia el éxito económico como único valor ponderable, etc." Quince años después, con esas condiciones elevadas a la diez milésima potencia, no sería exagerado hablar de que el hombre (hablando del género humano en general, independientemente de si es hombre o mujer) del siglo 21 es, efectivamente, como lo grita Lake, esquizoide.
No quiero extenderme mucho al respecto, sencillamente quiero hacer notar que hace ya 41 años atrás, Robert Fripp (guitarra), Greg Lake (bajo, voz, guitarra), los hermanos Peter y Michael Giles (bajo y batería respectivamente), Ian McDonald (saxos) y Peter Seinfield (letras) compusieron no solo una de las canciones épicas más representativas del espectro conocido como rock progresivo, sino que además plantearon en la aparente volatilidad de su letra, el carácter del hombre actual. No importa que estemos hablando de un cobrador/conductor de micro, de un gerente junior en 4x4, de un empresario líder de su rubro (peruano o extranjero) ciego seguidor del capitalismo más depredador, de un candidato político pletórico de frases hechas e hipocresía (hombre o mujer) o de cualquier otro tipo de personaje, podríamos aplicarle algunos de los versos de este tema premonitorio.
Hace década y media atrás, mi profesor Jorge Salazar, que en paz descanse, hablaba de que "la principal característica del hombre moderno es la neurosis, debido a las luces de neón, la contaminación sonora, la velocidad impuesta por el modelo de vida que privilegia el éxito económico como único valor ponderable, etc." Quince años después, con esas condiciones elevadas a la diez milésima potencia, no sería exagerado hablar de que el hombre (hablando del género humano en general, independientemente de si es hombre o mujer) del siglo 21 es, efectivamente, como lo grita Lake, esquizoide.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
TOP 5 DEL REY CARMESÍ
Hola a todos... cuando se trata de escapismo, esta inclasificable banda lo tiene todo: guitarras ultra distorsionadas, melodías complejas, letras poéticamente alucinantes que dicen todo y nada al mismo tiempo, mellotrones que calan hasta lo más hondo del pecho y una musicalidad extremadamente difícil de comprender en una sola escucha... aquí mi Top 5 de King Crimson:
1) EPITAPH (Epitafio, 1969)
3) MATTE KUDASAI (Espera por favor, 1981)
4) RED (Rojo, 1974)
5) STARLESS (Sin estrella, 1974, parte 1)
STARLESS (Sin estrella, 1974, parte 2)
sábado, 11 de septiembre de 2010
ARTURO PÉREZ REVERTE HABLA SOBRE POLÍTICOS
Arturo Pérez Reverte es un escritor español poco conocido en nuestro medio... lo poco que he leído de él siempre me ha parecido bueno y quizás algún día tenga el tiempo para leerlo más, en cuanto a la ficción se refiere. Pero resulta que además es un excelente cronista, capaz de construir textos que resuman el sentir y el pensar de algunos de nosotros, hastiados de esta nueva generación de políticos que han conseguido tirar por los suelos el concepto real de la política: nada de búsquedas de bien común, nada de ejercicio digno y merecido de la autoridad, demostrada por una sensibilidad humana y un conocimiento intelectual superior a los dirigidos.
Personajes que se sienten autosuficientes porque tienen poder y que lo demuestran sin empacho alguno por las calles que ni siquiera ven, parapetados siempre tras lunas polarizadas y medidas exclusivas de seguridad. Si cambiamos la carrera de San Jerónimo y las Cortes de Pérez Reverte por la Av. Abancay y el Congreso de la República de nuestro país, tenemos una descripción clarísima de la situación actual. Y eso incluye a algunos alcaldes y candidatos a alcaldes...
"Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada.
Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida.
Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.
Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto.
Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable.
Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.
Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire.
Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas – el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.
De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos."
http://www.perezreverte.com/ (para conocer al autor)
martes, 7 de septiembre de 2010
FERNÁN ALTUVE: EL NUEVO RIDÍCULO
Hace años vi un abogado joven en televisión, defendiendo al Fujimori post-renuncia-por-fax, fugado y auto-declarado ciudadano japonés. Era - o había sido - congresista partidario de la cleptocracia por lo cual me cayó mal desde el principio, con esa verborrea falaz y que busca confundir a los oyentes confundibles. Muchos años después lo vi en una entrevista que le hizo César Hildebrandt en uno de sus últimos programas televisivos, El Perro del Hortelano, hablando acerca de Juan de Arona, tema en el que ese mismo abogado resultó ser un experto.
Y aunque en estas últimas semanas casi no he visto noticias, lo acabo de ver haciendo ridículos llamados al desorden público porque no le prohiban "reemplazar" al corrupto Kouri en la plancha electoral municipal de esa cosa llamada Cambio Radical. Y me pregunté una vez más ¿quién es Fernán Altuve en realidad? Y una vez más, César Hildebrandt resolvió mi interrogante con este agudo e implacable perfil:
"Infectado
César Hildebrandt
Semanario "Hildebrandt en sus trece", 27 de agosto de 2010
Fernán Altuve suele ser una persona fina, delicada, inteligente. Pero, cada noche, como si de una maldición novelada se tratara, Fernán Altuve toma un brebaje que lo vuelve peludo, lo hace aullar a la luna y lo convierte en una bestia licantrópica. Entonces se pone a hablar bien de Fujimori y bien del golpe de Estado y muy bien de Keiko y requetebien de Kouri. Es como si la caperucita roja se volviese lobo.
A Altuve le gustan los libros y es, por ejemplo, un especialista en derecho romano. ¿Cómo alguien así puede tutearse con gente que cree que el derecho romano y Mussolini son la misma cosa? ¿O es que a Altuve lo habita una tentación fascista a la que cede a veces, después de beber la pócima?
No lo sé. Como nunca sabré por qué alguna gente de evidentes méritos intelectuales tuvo que revolcarse en el chiquero fujimorista y entre las pezuñas de los Hermoza, los Montesinos y los Rivas.
Lo que sí sé -porque lo he comprobado empíricamente- es que el fujimorismo es una variedad de la meningitis, una inflamación del órgano del pensar, una interrupción de los fluidos que hacen la alquimia de la inteligencia. ¿Hay alguna zona del cerebro encargada de hacernos percibir el ridículo? Pues esta infección la aniquila, sabotea las sinapsis y crea un claro cortical visible en cualquier tomografía. Una demostración penosa de este síndrome fue el caso de la Interpretación Auténtica del Artículo 112 de la Constitución, mamarracho siniestro al que se prestaron algunos catedráticos del derecho. Esta invasión bacteriana multidrogorresistente termina por hacer del paciente un congresista. O un candidato de reemplazo cuando al candidato oficial se lo ha tumbado la ley que quiso violar.
Ese es el caso de Altuve, el tercero de a bordo en la bolichera pirata de Álex Kouri.
Pero que Altuve haya aceptado ser el reemplazante, ni siquiera de Kouri sino de la señora Frayssinet no es lo que me deja estupefacto. Lo que me conmueve hasta la risotada es que este señor se presente a los medios y les diga que él candidatea no para gobernar Lima sino para ser testaferro de Kouri, quien será, de ganar Altuve, el que de verdad tome las grandes decisiones.
Infectado hasta el tuétano por el fujimorismo, Altuve pretende sacarle la vuelta a la ley, burlarse del Jurado Nacional de Elecciones y dar un golpe de Estado minúsculo en la sede municipal de la ciudad. ¡Un homenaje a su amado 5 de abril de 1992! ¡Todo un aporte a la demolición del derecho y las instituciones! ¡La cuota inicial del fujimorismo retornado! ¡El botón de muestra de lo que será el Perú si la señora Keiko, hija de su padre y venerada por Altuve, llega a hacerse del poder!
El problema para Altuve es que al decir que el alcalde será el tachado Kouri, lo que está haciendo es presentarse -esto dicho con todo respeto- como un político con aspiraciones de pobre diablo, como un sirviente suertudo que presta su nombre a una maniobra judicial aceitosa, como el ama de llaves que le abrirá las puertas a su patrón vetado por la ley. Y entonces me doy cuenta: ¡Altuve no es Mr. Jekill: es Mary Reilly!
Ya lo decía: algún día se sabrá cómo es que el fujimorismo resulta tan eficaz en la tarea de masacrar neuronas y en el robo agravado de la autoestima. Que la ciencia diga su palabra."
"Infectado
César Hildebrandt
Semanario "Hildebrandt en sus trece", 27 de agosto de 2010
Fernán Altuve suele ser una persona fina, delicada, inteligente. Pero, cada noche, como si de una maldición novelada se tratara, Fernán Altuve toma un brebaje que lo vuelve peludo, lo hace aullar a la luna y lo convierte en una bestia licantrópica. Entonces se pone a hablar bien de Fujimori y bien del golpe de Estado y muy bien de Keiko y requetebien de Kouri. Es como si la caperucita roja se volviese lobo.
A Altuve le gustan los libros y es, por ejemplo, un especialista en derecho romano. ¿Cómo alguien así puede tutearse con gente que cree que el derecho romano y Mussolini son la misma cosa? ¿O es que a Altuve lo habita una tentación fascista a la que cede a veces, después de beber la pócima?
No lo sé. Como nunca sabré por qué alguna gente de evidentes méritos intelectuales tuvo que revolcarse en el chiquero fujimorista y entre las pezuñas de los Hermoza, los Montesinos y los Rivas.
Lo que sí sé -porque lo he comprobado empíricamente- es que el fujimorismo es una variedad de la meningitis, una inflamación del órgano del pensar, una interrupción de los fluidos que hacen la alquimia de la inteligencia. ¿Hay alguna zona del cerebro encargada de hacernos percibir el ridículo? Pues esta infección la aniquila, sabotea las sinapsis y crea un claro cortical visible en cualquier tomografía. Una demostración penosa de este síndrome fue el caso de la Interpretación Auténtica del Artículo 112 de la Constitución, mamarracho siniestro al que se prestaron algunos catedráticos del derecho. Esta invasión bacteriana multidrogorresistente termina por hacer del paciente un congresista. O un candidato de reemplazo cuando al candidato oficial se lo ha tumbado la ley que quiso violar.
Ese es el caso de Altuve, el tercero de a bordo en la bolichera pirata de Álex Kouri.
Pero que Altuve haya aceptado ser el reemplazante, ni siquiera de Kouri sino de la señora Frayssinet no es lo que me deja estupefacto. Lo que me conmueve hasta la risotada es que este señor se presente a los medios y les diga que él candidatea no para gobernar Lima sino para ser testaferro de Kouri, quien será, de ganar Altuve, el que de verdad tome las grandes decisiones.
Infectado hasta el tuétano por el fujimorismo, Altuve pretende sacarle la vuelta a la ley, burlarse del Jurado Nacional de Elecciones y dar un golpe de Estado minúsculo en la sede municipal de la ciudad. ¡Un homenaje a su amado 5 de abril de 1992! ¡Todo un aporte a la demolición del derecho y las instituciones! ¡La cuota inicial del fujimorismo retornado! ¡El botón de muestra de lo que será el Perú si la señora Keiko, hija de su padre y venerada por Altuve, llega a hacerse del poder!
El problema para Altuve es que al decir que el alcalde será el tachado Kouri, lo que está haciendo es presentarse -esto dicho con todo respeto- como un político con aspiraciones de pobre diablo, como un sirviente suertudo que presta su nombre a una maniobra judicial aceitosa, como el ama de llaves que le abrirá las puertas a su patrón vetado por la ley. Y entonces me doy cuenta: ¡Altuve no es Mr. Jekill: es Mary Reilly!
Ya lo decía: algún día se sabrá cómo es que el fujimorismo resulta tan eficaz en la tarea de masacrar neuronas y en el robo agravado de la autoestima. Que la ciencia diga su palabra."
GUSTAVO CERATI
El líder de Soda Stereo está luchando por su vida, en aparente desventaja, tras el accidente cerebral que lo atacó hace ya tres meses.
Gustavo Cerati es uno de los guitarristas más admirados de Latinoamérica, siempre vital y con intensos recursos instrumentales como vemos en estos videos, en los que rinde tributo a dos clásicos del rock de su país, Argentina: Bajan de Pescado Rabioso y Genesis de Vox Dei.
Ahora, Cerati desde diversas partes del mundo enormes muestras de apoyo y buena vibra. Aquí también estamos pensando en él, hoy que conocemos más de cerca las angustias y las esperanzas que la enfermedad suele traer a nuestra vida...
Gustavo Cerati es uno de los guitarristas más admirados de Latinoamérica, siempre vital y con intensos recursos instrumentales como vemos en estos videos, en los que rinde tributo a dos clásicos del rock de su país, Argentina: Bajan de Pescado Rabioso y Genesis de Vox Dei.
Ahora, Cerati desde diversas partes del mundo enormes muestras de apoyo y buena vibra. Aquí también estamos pensando en él, hoy que conocemos más de cerca las angustias y las esperanzas que la enfermedad suele traer a nuestra vida...
miércoles, 1 de septiembre de 2010
LA CIUDAD DE LAS SONRISAS FALSAS
De Barranco a Jesús María, de La Punta a Miraflores, de San Isidro a La Perla, de San Miguel a Surquillo, están por todos lados. Lima ha dejado de ser la capital del Perú para convertirse en capital de la hipocresía, la impostura y el engaño. El frenesí electorero ha provocado un aluvión incontinente de gestos fingidos, labios entornados y dientes brillantes bien iluminados por los flashes fríos y aparentemente incapaces de captar lo que se esconde detrás de esas muecas unidimensionales, inexpresivas, impersonales.
¿Alguien puede creer que esos personajes nos sonríen a nosotros, masa anónima de vecinos que asistirá a votar el próximo octubre con la única consigna de no llegar tarde para evitar una multa que afecte más nuestros atribulados bolsillos? ¿Pueden estos hombres y mujeres, jovenes, adultos y ancianos, realmente engañar al mil veces mencionado "pueblo" del que solo se acuerdan cuando deciden lanzarse a la búsqueda de un cargo público que les asegure, en este caso, cuatro años de privilegios, poco trabajo y sendos sueldos, sin contar con los suculentos dividendos que dejan las obras sobrevaloradas, las dietas incalculables y las corruptelas cotidianas?
Desde las patéticamente cínicas imágenes sonrientes de connotados ladrones como Álex Kouri, Salvador Heresi, Francis Allison, Antonio Mezarina - solo por nombrar unos cuantos - hasta las incontables risitas y miraditas de cientos (miles si pensamos en todo el país) de advenedizos y advenedizas que pretenden hacerse de un lugar en algún municipio, todas son testimonio fotográfico de esa representación cuasi teatral que la politiquería lleva a cabo cada vez que se avecinan elecciones: caerle bien a los votantes para que nos hagan ganar y después de eso, olvidarse de las sonrisas y perderse en los oscuros caminos de la cutra y la descarada cuchipanda del poder. Poder local, pero poder al fin.
Esa sonrisa macilenta y falsa que hoy malogra el paisaje de nuestra ciudad es además, una expresión burlesca. Los candidatos no nos están sonriendo, se están riendo de nosotros que es totalmente diferente. Y generalizo porque francamente, no necesito de CPI o de Apoyo para comprender que el porcentaje de sinceridad debe ser menor que el margen de error de cualquier encuestadora. Por alguien he de votar, tanto a nivel de Lima Metropolitana como del distrito en el que vivo, y definitivamente mis preferencias se han definido por variables más válidas que unos carteles, sean del color que sean, en el que me hayan pelado los dientes. En ese aspecto, incluso los candidatos por quienes terminaré votando, me generan una monumental desconfianza.
Lima no necesita payasos que rían a mandíbula batiente ante sus problemas. Lima no necesita sonrientes profesionales que después son un fiasco en la gestión o que terminen llevándose hasta el último post-it de las dependencias municipales que vayan a ocupar. Lo que necesita esta ciudad es una persona honesta, con vocación de servicio y sentido común, cuyos valores cívicos estén por encima del protagonismo mediático y que no haya participado en ningún acto delictivo o corrupto durante su carrera política, si es que la tiene.
Y si no la tiene y se trata más bien de todos esos desconocidos que contaminan el paisaje urbano y llegan al extremo de talar árboles con tal de que se vean sus carteles, deberían enterarse que sus sonrisas ensayadas y recomendadas por esos geniecillos del marketing político, esos jovenzuelos formados en la publicidad que por un oneroso sueldo les enseñan cómo sonreírle a las cámaras digitales y el photoshop, no sirven de nada al momento de demostrar quiénes son y qué pretenden hacer si ganan las elecciones.
Y si no la tiene y se trata más bien de todos esos desconocidos que contaminan el paisaje urbano y llegan al extremo de talar árboles con tal de que se vean sus carteles, deberían enterarse que sus sonrisas ensayadas y recomendadas por esos geniecillos del marketing político, esos jovenzuelos formados en la publicidad que por un oneroso sueldo les enseñan cómo sonreírle a las cámaras digitales y el photoshop, no sirven de nada al momento de demostrar quiénes son y qué pretenden hacer si ganan las elecciones.
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