En sus palabras no hay atisbo de remordimientos o soberbia, sentimientos que podrían haber florecido en una artista que se sintió siempre ignorada en su propio país y que conoció el megaestrellato tras décadas de arduo trabajo, marcado por la humildad y el perfil bajo. En sus gestos y su imagen, la influencia impertérrita de Mercedes Sosa, ahora en el cielo cantándole a los ángeles junto a Víctor Jara, recientemente homenajeado en Chile. La dimensión que ha alcanzado es la de conspicua representante del folklore latinoamericano, y el éxito de su carrera internacional contrasta con el mediano reconocimiento que se le dio entre nosotros, a pesar de haber llevado el nombre del Perú por todo el mundo con sus interpretaciones.
La libertad de la que goza esta cantante chiclayana radica en que, como tantos otros artistas en diversos géneros musicales, ha sabido esperar a que el tiempo le de la razón y aunque su voz y su presencia siempre generaron resquemores en la comunidad criolla local, tan apegada a las tradiciones y las cosas "como deben ser" hoy es una de las voces más aclamadas del canto en nuestro idioma. Un poco empujada por esas miradas de soslayo de quienes nunca la aceptaron como cantante criolla, Tania Libertad emigró a México e incorporó a su repertorio todo tipo de expresiones musicales. Por eso su discografía incluye más de 40 títulos en los que encontramos valses, rancheras, boleros, baladas, trova y hasta arias de ópera.
Es increíble que una cantante como Tania Libertad solo sea reconocida en su propia tierra por haber tenido éxito con un tema, La contamanina, que hasta ahora es la única grabación que normalmente puede escucharse en programas de radio y televisión. Ella ha interpretado las grandes composiciones de artistas como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Armando Manzanero, entre otros. Inclusive lanzó un disco titulado La vida, ese paréntesis en el que, junto a Joan Manuel Serrat, Willie Colón, entre otros, musicaliza la poesía del escritor uruguayo Mario Benedetti.
Ahora, Alan García Pérez la va a condecorar seguramente con la Orden del Sol (la misma que le dio a Gianmarco por sus "contribuciones" al aun destrozado Pisco) y sus 50 años de carrera artística serán resumidos en un capítulo de Sonidos del Mundo. Tania Libertad, una cantante que no necesita ser manejada por ningún sello discográfico, sabrá también sortear con esa independencia ganada a través de los años, las intenciones de quienes pretendan colgarse de su éxito para salir en la foto como el presidente o de quienes salgan a decir que siempre la admiraron, como probablemente lo haga la conductora y gurú de la música por televisión.
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