La relación que tengo con Dream Theater es inclasificable: los admiro muchísimo por el extremado virtuosismo que poseen sus integrantes pero al mismo tiempo, considero que no era indispensable ir a verlos tocar en vivo.
John Petrucci (guitarra), Mike Portnoy (batería), Jordan Rudess (teclados) y John Myung (bajo) deben ser los mejores ejecutantes en sus respectivos instrumentos dentro de la historia reciente del rock y eso es algo que no admite discusión. Por otro lado, siempre reconoceré su predisposición a la enseñanza, su espíritu didáctico. Nunca en la comunidad de músicos de rock se ha visto tanta dedicación como la que estos señores han puesto en la producción de videos de instrucción, workshops, clases maestras, etc., con la mira puesta en alentar el talento de los nuevos músicos que se sienten inspirados por sus ilimitadas capacidades técnicas. Con respecto a James LaBrie, pues es otro de los motivos que me alejan de la experiencia de ver a Dream Theater en vivo. En mi humilde opinión, debería haber sido siempre una banda de rock instrumental, sin cantante.
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