martes, 24 de noviembre de 2009

HERMANO PERRO


¿Es posible que la muerte de un animal produzca más dolor que la de un ser humano? A simple vista esta pregunta puede generar reacciones negativas en el pensamiento único, aquel que nos ha adoctrinado para convencernos de que los animales, como no razonan ni hablan, no pueden dejar un vacío enorme cuando nos abandonan, ya sea por enfermedad o por accidente. Pero la verdad es que, cuando esto pasa, hay personas que sienten la ausencia de su querida mascota tan fuerte (o más) de lo que sentirían la partida de algún ser humano. Contrariamente a las opiniones convencionales de la mayoría, lo que demuestran estas personas es una sensibilidad muy grande, capaz de haber alcanzado una conexión más que circunstancial con aquel compañero(a) que ahora descansa en paz.

Y es después de todo, más que comprensible y obvio que un perro, cuando ha vivido mucho tiempo a nuestro lado, nos genere una sensación de mayor confianza que la de un amigo, hermano, primo, padre o madre. Porque un perro siempre nos mira igual, nunca está observando qué ropa nos pusimos o cuán tarde llegamos o con quién nos metimos. Yo nunca he tenido una mascota que me acompañe más de 5 años y cuando la tuve, siempre me quedó la sensación de no haber estado en condiciones de darle la vida que hubiese querido pero me ha tocado estar cerca de unas mascotas totalmente integradas al contexto de una familia, al punto de ser considerados miembros de la misma. Más allá de su evidente papel como "las mascotas de la casa", estos perros fueron tratados como dos hijos más y, debido a su condición no humana, en muchos casos recibieron incluso mayores atenciones y cuidados.

Es lo que pasa cuando las personas deciden vivir sin dejarse llevar por las reglas de comportamiento que gobiernan el mundo al revés en el que nos movemos y sobrevivimos diariamente. Y aunque la masa los mire de soslayo y crea que son exagerados o locos, lo cierto es que mantienen en alto aquellos valores que la gran mayoría, insensible y materialista, han olvidado en pro del universo de retribuciones, materiales y sensoriales, que la sociedad de consumo les ha impuesto. Universo que no da tiempo para sensiblerías, universo que reduce todo a unas cuantas leyes de marketing. "¿Se te murió un perro?... ¡compra otro y ya!". Para quienes ven en sus mascotas algo más que un adorno móvil no funciona de esa manera.

También es verdad que para darle buena vida a un perro es necesario haber obtenido ciertas cosas a nivel económico, de lo contrario expones a tu mascota al inevitable descuido y desatención que vemos hoy ya no solo en las mascotas sino también en los propios hijos. Y es quizás este aspecto el que define mejor la situación. Familias que apenas pueden con sus propias necesidades (y a veces ni con eso pueden) tienen mascotas y dicen quererlas mucho aunque pasen días sin comer. Lloran cuando su hijo se 3 años llora de hambre pero no se conmueven de ver a su "querido" perrito sin bañarse y rebuscando entre los montículos de sabe Dios qué cosas algo para comer. Un perro no emite los mismos sonidos que un niño hambriento pero eso no significa, en absoluto, que no sienta hambre.

Por eso es tan difícil encontrar familias que realmente hayan entendido lo que significa vivir y convivir con sus perros. Y cuando uno las encuentra, entiende perfectamente que la depresión y el duelo familiar por la muerte de sus inseparables e incondicionales compañeros no son señales de exageración sino de la profunda identificación y el cariño que mutuamente se prodigaron. Que en paz descansen, hermanos perros...


jueves, 12 de noviembre de 2009

EL MURO DE BERLÍN


La caída del Muro de Berlín fue uno de los acontecimientos más importantes del siglo 20... demás está decir que no constituyó definitivamente la desaparición de la injusticia ni que el orden mundial realmente sea considerado un orden, si no ahí tenemos el descalabro financiero del poder hegemónico de los EE.UU. (los grandes beneficiados tras la desintegración de la URSS, la caída de la Cortina de Hierro y el desplome de los regímenes socialistas en Europa), pero definitivamente fue un hecho simbólico que terminó con una de las tantas barreras humanas instaladas para separar al hermano del hermano, parafraseando una décima de nuestro inmenso Nicomedes...

Es cierto que aun quedan varios muros que traerse abajo pero es inevitable recordar con algarabía aquellas imágenes que llenaron nuestras pupilas adolescentes de cientos de alemanes de uno y otro lado, subiéndose al muro y destruyéndolo a punta de martillos, picos y combas... hoy, esos fragmentos de piedra fría han sido repartidos por el mundo entero como souvenir (yo he tenido uno en las manos) y aunque Alemania aun sufre las consecuencias de esos 28 años de separación y la tan ansiada integración apenas se refleja en las últimas selecciones de football mientras los niveles de desempleo son altos todavía, el mundo ha celebrado el vigésimo aniversario de la caída del muro con sincera alegría y abriendo también paso a una sana reflexión sobre lo que realmente significó.

Y como en esta bitácora todo termina con música, permítanme celebrar tal y como se hizo ocho meses después de aquel histórico 9 de noviembre: el 21 de julio de 1990 Roger Waters reunió a una constelación de estrellas del rock para tocar íntegramente su obra maestra The Wall, que grabara originalmente con Pink Floyd en 1979. Entre los invitados estuvieron Scorpions, Ute Lemper, Bryan Adams, Cindy Lauper, The Band, Sinead O'Connor, Joni Mitchell, Van Morrison, entre otros. Los dejo con uno de los momentos climáticos del concierto, la canción The trial, al final de la cual el muro de ladrillos blancos que se levanta durante todo el show, cae ante el asombro del público alemán. El simbolismo es obvio...





domingo, 8 de noviembre de 2009

MÚSICA ROMÁNTICA EN LIMA


Hubo un tiempo en que los cantantes en español no tenían temor de mostrar sensiblidad y delicadeza al momento de expresar sentimientos amorosos hacia una mujer. Insertados en una década de fuertes desigualdades de género y del evidente sesgo machista en cuanto a los roles del hombre y la mujer, la música romántica rompió los esquemas de una sociedad acostumbrada a que la mujer llorara por sus desamores y el hombre, después de rondar por todas las esquinas y "hacer de su vida un fleco", regresara al hogar entonando boleros o rancheras de intensa carga poética pero más definidos por sus intenciones enamoradizas, de conquista mas no por el sentirse vulnerable ante un sentimiento capaz de convertir hasta al más gallardo caballero en un manojo de nervios, dudas y promesas.

En la década de los 70s hubo un boom de cantautores e intérpretes que definieron la música romántica en español y establecieron un estilo que tardó poco en ser admirado en todo el mundo. Así, frente a los embates rockeros que provenían de EE.UU. e Inglaterra, caracterizados por el escapismo fantasioso, la poesía multitemática o la violencia manifiesta, desde España aparecieron émulos de los clásicos crooners al estilo Frank Sinatra o Tony Bennett que, vestidos de negro y con elegantes orquestaciones, lanzaron sus carreras dedicadas a cantarle al amor sin ambages, al amor puro y eterno. A veces de manera descarnada, a veces de manera estilizada, estos personajes dieron forma a un género musical de amplio rango que hasta ahora existe y mantiene vigencia: la balada romántica. En los próximos días, tres de sus más importantes representantes van a presentarse en Lima para beneplácito de todas aquellas personas que, a lo largo de los años, han vibrado y se han identificado con sus canciones.

De alguna manera se ha retrocedido en el tema del amor dentro de la música popular contemporánea. Hoy en día las parejas jóvenes se juran lo que se juren en medio de frenéticos bailes que dejan muy poco a la imaginación o simplemente se dejan llevar por la hiper-estimulación sensorial que ofrecen géneros de procedencia tropical. El escapismo y la agresividad del rock han sido reemplazados por la pachanga interminable o la naturaleza explícita de géneros como el reggaetón o la insufrible "bachata" (así, con comillas), dejando las canciones románticas en un cajón del cual solo salen los 14 de febreros, las fechas de aniversario y con suerte, los días de cumpleaños de la (o el) acompañante de ocasión.

Por eso es importante la presencia en Lima de verdaderos íconos de la música en nuestro idioma como Raphael, Camilo Sesto y José Luis Perales (que vienen a celebrar 50, 40 y 35 años de carrera artística respectivamente). Porque vienen a rescatar esa noción del romance que se niega a extraviarse en medio de la cada vez mayor despersonalización de la música moderna. Si bien es cierto sus canciones no han perdido vigencia y de una u otra forma han encontrado eco en otros importantes artistas de las décadas siguientes como Franco de Vita, Emmanuel, etc. hay una suerte de indiferencia frente a estos personajes que han marcado toda una época con melodías y letras inolvidables que más de uno, sin importar la edad que tenga, la actitud que exponga ante la vida ni la experiencia personal en estos temas, ha visto como un reflejo de lo que alguna vez le ha ocurrido.








sábado, 7 de noviembre de 2009

EL SHOW DE LOS MUERTOS


"Tengo los muertos todos aquí/¿quién quiere que se los muestre?"... con esta frase de aquella intrincada canción del tercer álbum de Sui Generis, Pequeñas anécdotas sobre las instituciones, debería comenzar cada mañana el noticiero de un conocido canal de la televisión peruana. No me atrevo a aseverar que es así en los demás países de nuestra región y mucho menos si es una tendencia mundial, aunque los últimos reportes acerca de la nueva matanza en Texas me hacen pensar que sí...

De todas maneras, lo más probable es que el noticiero al que hago referencia sea uno de los principales cultores de esta realidad noticiosa, en la que abundan hechos de muerte doméstica que cada vez van aumentando en su crueldad y en algunos casos, en sus sofisticación. ¿Será acaso que ya estamos tocando el fondo de la desensibilización desatada a comienzos de los 90s y que de una vez por todas, las masas consumidoras de información ya no son capaces de sorprenderse e indignarse con nada?

Desde el fondo de mi corazón y ensayando un ligero optimismo frente a la dureza de los hechos concretos, espero que no. El último caso que ha conmocionado - a niveles bastante epidérmicos por cierto - a la opinión pública es el de la joven contadora arrojada al vacío desde un vehículo de transporte masivo por un delincuente que, de manera sorprendente, sigue siendo considerado "barrista" por comentaristas tanto deportivos como policiales y que, gracias al incomprensible sistema legal en el que se enmarca nuestra sociedad, tiene hasta abogado defensor, un impresentable tinterillo que probablemente salta y grita desaforado cada vez que juega Universitario de Deportes y conoce a los integrantes de la turba asesina y carterista desde que eran niños.

Cada vez que enciendo el televisor veo cómo los presentadores del noticieron de marras pasan de accidentes de tránsito a crímenes pasionales a horrendas muertes de niños recién nacidos a personas sepultadas por paredes a medio construir y a emboscadas en la selva realizadas por terroristas casi sin respirar. Y cuando respiran, sonríen, hacen algún comentario que pretende ser risueño y dan pase a comerciales, no sin antes esbozar un repetitivo y absurdo "ojalá que las cosas cambien". Pero nunca consigo escuchar que traten de darle voz a mi indignación al ver y oír esos testimonios terribles, casi siempre musicalizados con alguna melodía melodramática inteligentemente escogida por los editores, que me imagino se juran geniales en su trabajo.

Como comunicador social, me atrevo a pensar que estas experimentadas personas de la televisión atraviesan por una especie de desdoblamiento para no perder la razón. Hablar de jovenes que mueren a causa del politraumatismo encefalocraneano que le produce el golpe contra el pavimento o de un bebé decapitado por los médicos al nacer sin que te escarapele el cuerpo o si que por lo menos te den ganas de denunciar a todo el mundo aunque después tengas que pedir disculpas públicas a quienes correspondiera tiene que obedecer a ese desdoblamiento.

De lo contrario, estas personas se han convertido en autómatas dadores de noticias y el famoso pueblo, ese que mentan todo tipo de actores sociales (desde políticos oportunistas hasta periodistas demgogos) pierde ante este rostro imperturbable y a menudo impávido de la prensa masiva la posibilidad de ser verdaderamente escuchado. ¿Cuándo escucharemos las voces indignadas de los líderes de la opinión pública dispuestas a cumplir un papel más determinante en la influencia que pueden ejercer para terminar con esta insanía institucionalizada?



domingo, 1 de noviembre de 2009

ORIANTHI PANAGARIS


El extraño nombre que da título a este post es uno de los mejores descubrimientos que la industria de la música deberá agradecer al desaparecido Michael Jackson... esta joven señorita de 24 años está destinada a inscribir su nombre en el exigente y exclusivo listado de mejores guitarristas de rock del mundo... y es que su estilo, cercano al de personajes como Joe Satriani, Steve Morse o Eddie Van Halen - verdaderos monstruos de las seis cuerdas - realmente sorprende al escucharla... y es sorprendente no solo por el hecho de ser mujer, cosa tan extraña como su nombre en el mundo masculino de los Guitar Heroes sino porque además uno no puede entender como una joven que parece hermana de Avril Lavigne (por decir algo) es capaz de lanzar esas llamaradas de rock, blues, funk y heavy metal con tanta solvencia... Es sorprendente y desde luego, saludable.

De madre griega y padre australiano, Orianthi ha saltado a la fama mundial por la inmensa exposición que ha recibido su talento en el documental This is it, que registra los últimos ensayos de Michael Jackson, antes de su repentina y lamentada muerte ocurrida el 25 de junio de este año. Pero la verdad es que ya era una personalidad de reconocido prestigio en el mundo de la música. Basta con decir que su primer trabajo profesional fue colaborando en conciertos con pesos pesados como Carlos Santana y Steve Vai, además de participar, tocando sus propias canciones, en el Festival Crossroads organizado por Eric Clapton en el 2007, compartiendo escenario con otros grandes del rock guitarrero como ZZ Top, Johnny Winter, Albert Lee, B. B. King, entre otros.

Antes de ser elegida por el Rey del Pop para integrar la banda que lo acompañaría en la frustrada gira, Orianthi se había consolidado como guitarrista de la joven cantante country Carrie Underwood y hasta lleva editados dos CDs como solista, titulados Violet journey (2007) y Believe (2009)... let's hear it for her!