domingo, 25 de enero de 2009

UN MOMENTO MUSICAL...

Hace días tengo esta canción dándome vueltas en la cabeza... en vivo y en versión original... una de esas canciones que nos hacen pensar en que, alguna vez, la música en español podía ir más allá de las banalidades desechables que nos inundan actualmente...





Hasta la próxima...

martes, 20 de enero de 2009

PROSPERIDAD... ¿PARA TODOS?


Los buenos deseos de prosperidad apuntan a la estabilidad económica, a la continuidad laboral, al progreso profesional. En fin, buscar la prosperidad tiene que ver con las aspiraciones 100% legítimas del hombre moderno. A todos aquellos que cuentan con esas tres condiciones a menudo les resulta difícil ponerse en el lugar de las enormes cantidades de personas que no conocen lo que significa alcanzar la prosperidad, y menos aún lo que significa vivir con lo mínimo para permitirse llevar una vida digna. A partir de esa carencia de empatía con las situaciones que atraviesan las grandes mayorías, surgen una serie de distorsiones y problemas que los politólogos y analistas de coyuntura suelen denominar "injusticia social".

En este mundo cuyo ordenamiento obedece a las ambiciosas proyecciones de esos pequeños grupos que lo tienen todo, que son capaces de pasar por encima de cualquier cosa para continuar acumulando riqueza, mientras que los niveles de pobreza aumentan exponencialmente y sin visos de solución, hablar de prosperidad suena ligeramente desenfocado, desconectado de la realidad.

Y no sólo hacemos referencia tangencial al momento actual, marcado por la caída estrepitosa del sistema capitalista, la quiebra de los bancos y la mega-crisis que viene arrastrando a tirios y troyanos en un efecto dominó que alcanza hasta a aquellos que se creyeron durante años invencibles, sino al ordenamiento mundial impuesto desde hace ya tantas décadas que presupone la necesidad de ciertos grupos de poder de mantener poblaciones enteras subyugadas y dependientes de sus "acciones humanitarias" para perpetuar su hegemonía, en lugar de realizar esfuerzos reales para distribuir mejor y luchar de esa forma contra los monstruosos contrastes segun los cuales podemos ver a ejecutivos que reciben liquidaciones millonarias tras la quiebra de sus centros de trabajo y al otro lado del mundo, hay lugares en donde a cada minuto, 60 niñnos mueren de hambre, a razón de uno por segundo.

En ese contexto, como en los casos de la salud y la paz, desearnos prosperidad para los próximos meses se convierte irremediablemente en un acto gaseoso y formal, insertado en una realidad que no admite hablar de prosperidad sin llegar a sentirse algo cínicos. La prosperidad en sí misma parece inalcanzable cuando uno camina por las calles de nuestras ciudades o revisa las noticias. En estas épocas de zozobra económica mundial, es mejor desear a nuestros prójimos que puedan conservar sus trabajos, que su desarrollo profesional se mantenga activo y que nunca falte, como empieza a faltar en muchos hogares, la posibilidad de tener un plato de comida en la mesa y de pagar sus deudas sin presiones. Y si alguien de nuestro entorno se queda sin trabajo, hablarle de prosperidad puede sonar a una broma de muy mal gusto.

El mundo actual carece de prosperidad. Lo viable es esperar que en algún momento despertemos del letargo y veamos con claridad, que estamos sometidos por un sistema de manipulación que alcanza a grandes y chicos por igual. Encima de todos ellos están los "prósperos", y su prosperidad deshumanizante se basa precisamente en la distracción de los demás, sea esta consciente o inconsciente.

Peter Joseph, cineasta norteamericano, se dio cuenta de eso y lo estableció con una aplastante claridad en su documental Zeitgeist ("el espiritu del tiempo" en alemán), cuya tercera parte les dejo aquí para que revisen. Dedíquenle tiempo, vale la pena enterarse de estas cosas antes de hablar de prosperidad e igualdad... hasta la próxima...


Parte 3: Don't Mind The Men Behind The Curtain (No Te Preocupes Por Los Hombres Detrás De La Cortina)

jueves, 15 de enero de 2009

QUE TRIUNFE LA PAZ EN EL 2009...


La paz. Uno de los deseos más comunes entre nosotros y a un tiempo, más difíciles de alcanzar. En sus distintos niveles - en lo personal, familiar, nacional o mundial - la paz aparenta ser una de esas cosas inasibles en su máxima expresión. Podemos gozar de breves momentos de paz, o podemos trabajar muy duro para conseguir un estado de cosas en el cual estemos rodeados de tranquilidad, una sensación de seguridad y bienestar que es particularmente frágil, y que se ve constantemente amenazada por los vaivenes comunes y corrientes del día a día.

Pero ¿qué significa realmente para el común de las personas la paz? ¿Cómo hacer para que esas tres letras recuperen la grandeza de su significado, en un mundo dominado por la superficialidad, la impostura, el gobierno de la imagen y la manipulación del pensamiento colectivo? Hablar de paz se ha convertido, con el correr de los años, en algo más bien fatuo, y su profundo sentido ha sido utilizado indiscriminadamente en canciones, slogans y hasta ridiculizado en actividades propias de la vacía sociedad moderna en la que vivimos.

Desear "la paz mundial", por ejemplo, se asocia inmediatamente a la respuesta de una aspirante a reina de belleza, una señorita incapaz de elaborar pensamientos más abstractos. Asimismo, es propio de políticos y líderes mundiales ávidos de ganarse el favor de las grandes mayorías de votantes, poner como fondo de sus videos de campaña aquel mantra compuesto por John Lennon en 1969... escuchar "All we are saying... is give peace a chance" como cántico de corruptos es realmente un absoluto contrasentido.

Aún así, es posible hablar de paz en el contexto actual. No como aquel estado ingrávido de ensonación y absoluta tranquilidad, o como sinónimo de una existencia plácida, aislada de toda preocupación y sufrimiento. Por el contrario, los grandes activistas por la paz han vivido en carne propia los mayores dolores y angustias, y quizás sean esas personas, que atraviesan sus vidas en medio de situaciones extremas de dolor, buscando aliviarlo, quienes mejor representan este anhelo característico de la naturaleza humana.

El 2009 comenzó con una noticia que azotó las primeras planas de diarios y cadenas de televisión del mundo entero: el terrible bombardeo del ejército israelí sobre la población palestina que vive encerrada en las murallas que rodean la Franja de Gaza. Hasta el momento en que escribo este post, la ofensiva genocida ha pulverizado cientos de calles y casas de civiles. Más del 45% de las personas fallecidas son ancianos, mujeres y niños, ajenos al movimiento extremista Hamas, a quienes las huestes lideradas por Ehud Olmert dicen querer erradicar de su territorio.

El desigual ataque ha motivado la aparición de una de esas personas que, dejando de lado ideologías y nacionalidades, se ha propuesto luchar por aplacar el intenso dolor producido por las explosiones y sus devastadores efectos. Mads Gilbert es un anestesiólogo noruego que trabaja incansablemente como voluntario en Al Shaifa, único hospital al que llegan las víctimas de la barbarie del ejército hebreo. Gilbert, asociado a diversos movimientos de izquierda de su país y reconocido activista político desde la década de los 70s, ha denunciado públicamente la insanía de esta guerra y el abandono que sufren al no contar con lo necesario para dar solución a los casos extremos de damnificados, heridos y mutilados que recibe, en medio de la desesperación y la muerte.

Las principales cadenas noticiosas estadounidenses - como CNN y Fox News - no dudaron un minuto en tildar a Mads Gilbert de "apólogo del terrorismo" para acallar su importante labor y continuar con su campaña de desinformación. Los líderes israelíes se empeñan en afirmar que están protegiendo a su pueblo del flagelo terrorista pero no consiguen convencer a una indignada opinión pública. Ver al doctor Gilbert expresando su indignación frente a los niños heridos es una imagen que no admite discusión: ¿puede alguien creer que esta persona apoya actos terroristas cuando expone su vida con el loable propósito de salvar otras?

Quizás el Dr. Mads Gilbert no lleve la paz a Gaza, pero su humanidad y su valor lo convierten en uno de esos héroes que luchan abiertamente contra el dolor de los más débiles. La historia, que en nuestros tiempos se registra e inscribe en las pantallas de televisión y los archivos del youtube, lo habrá de reconocer como uno de esos seres humanos excepcionales, capaces de dedicar su vida entera a la búsqueda de la paz mundial y su ejemplo debería servirnos a todos para reflexionar acerca del valor de la paz en nuestra sociedad, tan golpeada en el pasado por la violencia terrorista. Parece que el Premio Nobel de la Paz del 2009 ya tiene su primer candidato: el Dr. Mads Gilbert.


Declaraciones del Dr. Mads Gilbert a BBC News

domingo, 11 de enero de 2009

LLEGÓ EL 2009: SALUD PARA EL AÑO NUEVO


Hola a todos... quiero comenzar este primer post del año agradeciéndoles a todas y cada una de las personas que han seguido las andanzas de esta bitácora durante el 2008 y que, de una u otra forma, la han seguido visitando a pesar de no haberme dedicado a actualizar sus contenidos de manera regular. Mil disculpas por la demora pero el cambio de año me encontró tomando ciertas decisiones que, sin temor a equivocarme, van a producir cambios positivos en mi vida y mi salud. Asimismo, permítanme desearles a todos ustedes - en el Perú y en el extranjero - y sus familias lo mejor para este 2009 en todo sentido.

Cuando un año llega a su fin, se acostumbra que entre familiares, amigos, parejas, compañeros de trabajo, etc. se repartan a diestra y siniestra buenos deseos. Salud, paz y prosperidad son tres de las palabras más utilizadas en tarjetas, correos electrónicos, llamadas telefónicas y demás saludos de fin de año. Sin embargo, es muy común que no vayamos más allá de decirlas, tanto en las actitudes que tomamos hacia los demás como en la forma en que manejamos nuestros asuntos personales. A menudo no valoramos cumplidamente lo que estas tres cosas significan en nuestro contexto personal, familiar y social.

Las últimas dos semanas del año viejo son sinónimo de excesos alimenticios. Las cenas, reuniones y demás celebraciones atentan directamente contra la buena salud que, paralelamente, nos deseamos desde todos los flancos. Creo que no hay mejor manera de desearles SALUD que compartiendo con ustedes los beneficios que me ha traído un sencillo y muy agradable régimen de dieta, basado en ensaladas frescas (acompañadas de atún o pollo), frutas, mucho líquido y disciplina. En los primeros 10 días de este mes, he evitado productos como pan, arroz, papas, huevos, fideos, etc. que en los últimos tiempos he venido consumiendo de manera exagerada. Los efectos son notables: bajé de peso rapidamente, eliminé excesos de agua y grasas acumuladas en mi organismo, además de experimentar una notable subida de ánimo, a causa de las sensaciones de ligereza y comodidad que esos cambios producen.

Aquí no hay secretos, arcanos ni recetas misteriosas: las dietas no deben ser sinónimo de comidas insípidas, incoloras e inodoras. Con un poco de imaginación y disciplina, uno puede conseguir resultados muy positivos sin matarse de hambre. Una ensalada de verduras (crudas, para aprovechar todos sus nutrientes) que puede llevar lechuga, tomate, cebolla, brócoli y coliflor, sazonada con ajo, vinagre, sal y pimienta, queda buenísima. Un saltado de berenjenas y zapallitos italianos con el mismo aderezo es sabroso y alimenticio a la vez. Para reemplazar la gaseosa, un buen vaso de té helado con limón. En el desayuno, jugo de naranja y una taza de café con leche y a media tarde, frutas frescas, muy ricas e ideales para el calor de la temporada. Fresas, papayas, piñas y ya está. Diez días. Hagan la prueba, no se arrepentirán.

Pero no se crean que el blog se ha vuelto naturista, ni nada por el estilo. Eso sería como decir que la necesidad de someterse a una sesión psiquiátrica equivale a decir que uno está loco. Nada más alejado de la realidad. Es simplemente preocuparse por la SALUD, esa que nos desean y les deseamos a todos a quienes saludamos por Navidad y Año Nuevo y que tan pocas veces valoramos mientras tenemos edad para mantenernos estables, sin problemas graves de salud.

Cambiar los hábitos alimenticios negativos y recuperar la salud de nuestros cuerpos (sobre todo para quienes ya pasamos los 30s) es, más allá de un buen deseo de año nuevo, una necesidad y una obligación. Y eso me quedó mucho más claro después de ver este video, en el que se dicen una serie de cosas tan obvias y a la vez tan poco tomadas en cuenta que uno realmente termina sorprendido. En los siguientes posts hablaremos de la PAZ y la PROSPERIDAD, relacionadas a temas de actualidad, desde la óptica de quienes realmente la buscan, trascendiendo el saludo formal, el lugar común, el mensaje por compromiso...

Feliz Año Nuevo 2009!!!



Video: "¿Puede la muerte empezar en el colon?" (Dr. Joel Robbins, 2008)