Yo me imagino que sí. Porque la precipitada salida ("despido intempestivo" se llama en las bajuras del mercado laboral local, plagado de sub-empleos y empresas explotadoras) de su director Augusto Álvarez Rodrich ha provocado la solidaria renuncia de algunos de los columnistas que precisamente le dieron al diario (perteneciente al grupo El Comercio) la personalidad pluralista y tolerante hacia puntos de vista distintos, a menudo abiertamente opuestos, que tenía.
Más allá de los fanatismos a favor y en contra generados por las columnas del periodista y economista durante sus seis años como director de Perú21, es innegable que sus enfoques tenían por lo general la cualidad de ser imparciales, dirigidos al entendimiento del público en general con la finalidad de que se pueda formar una idea clara de todos los entripados que suelen ser los hilos conductores de lo que sucede en el ambiente político y económico. Y esa independencia (fundamentada por el mismo AAR en esta columna suya publicada hace un año y medio aproximadamente, en respuesta a los ataques de sus otorongos enemigos) también fue aplicada en cuanto a la elección de sus colaboradores, en muchos casos analistas y comunicadores de enorme prestigio y capacidad para mantenerse al margen de la cultura del "mejor postor", clásica en las páginas de los diarios más encumbrados del medio, incluido El Comercio, casa matriz de Perú21.
Para la bitácora de la historia de la prensa escrita peruana quedarán las ilustradas crónicas del escritor Gregorio Martínez, los análisis mundiales de Ramiro Escobar, los intensos debates sobre política internacional entre Guillermo Giacosa y Ariel Segal (a dos páginas de diferencia), las locales escaramuzas entre Nelson Manrique y Martín Tanaka acerca de las alianzas apro-fujimoristas o los casi faranduleros pleitos entre Beto Ortiz y Umberto Jara... Atrás también quedarán - para beneplácito del gobierno de turno y sus relaciones peligrosas con los Miró Quesada, los Graña (atención sobre la venta del aeródromo de Collique) - los informados análisis de Fernando Rospigliosi, Santiago Pedraglio, Rosa María Palacios o las explicaciones psicoanalíticas que sobre el comportamiento de nuestros gobernantes nos brindaba el intelectual Jorge Bruce.
Son algunas de las plumas más connotadas que han sentado posición ante el despido de Álvarez Rodrich, incomprensible bajo la premisa de que ha sido un director eficiente y que el diario poseía un nivel de lectoria irreprochable. Otros como Giacosa, han decidido esperar a ver qué dirección tomará la línea editorial (lo más probable es que don Guillermo, conforme a sus convicciones, termine dejando de publicar también) o como Heduardo y Juan Acevedo (dos de los mejores caricaturistas del medio) han tomado la actitud de seguir fustigando al régimen para que El Comercio, cuando decida botarlos, lo haga "con roche".
Por eso y muchas cosas más... Perú21 abandonará el ranking de los diarios mas leídos del Perú y probablemente su lugar será ocupado, como en la nefasta década de los 90s, por alguno de esos pasquines que aún circulan por ahí, o quizás por La Razón. Ante eso, se viene gestando un blog colectivo de algunos de los ex-colaboradores de Perú21 llamado Espacio Compartido. Aunque AAR no aparece en el menú, no sería mala idea que decidiera participar de este esfuerzo por mantener vigentes las voces que dieron forma en muchas ocasiones, al debate político. Por mi parte, yo sí he dejado de comprar el diario... hasta la proxima.
1 comentario:
Los botados de peru.21 deberían publicar Perú.42
y estoy seguro que arrasarían
AQdlM
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