Por ser fanático y conocedor del universo artístico que Frank Zappa creó para todos nosotros, freaks del mundo, desde mediados de los 60s hasta su muerte, hace exactamente 20 años, la noticia del fallecimiento de George Duke (el lunes 5 de agosto) me impactó de manera particular. Cualquier persona que haya escuchado los álbumes que Duke grabó junto a Zappa entre 1970 y 1975 sabe de qué estoy hablando. Desde su ingreso para el álbum Chunga's revenge (1970), pasando por la alocada ópera-rock 200 Motels (1971), los vuelos de big band en Waka/Jawaka y The grand wazoo (1972) hasta el período jazz rock -para muchos "zappólogos", el mejor de su larga discografía- conformado por los clásicos Over-nite sensation (1973), Apostrophe, Roxy & Elsewhere (1974), One size fits all y Bongo fury (1975), George Duke se convirtió en el lugarteniente musical del delirante compositor y guitarrista, e imprimió su estilo de envolvente funk, jazz y R&B en cada fraseo, colaboración compositiva y explosivos pasajes improvisatorios.
Y es que George Duke no era ningún novato cuando llegó a Laurel Canyon. Un líder desde el principio, armó The George Duke Trio en 1965 y grabó algunas canciones con un jovencísimo Al Jarreau, con quien se encontraría muchas veces a lo largo de las décadas. También había trabajado junto al violinista francés Jean-Luc Ponty, con quien también compartió roles en casa de Frank. Paralelamente a su trabajo con Zappa -no es necesario decir lo demandante que eso era- se las arregló para grabar una decena de álbumes como solista de material propio y versiones en clave de jazz fusión de clásicos del género. En 1976 ensambló un poderoso cuarteto de jazz rock junto a sus amigos Billy Cobham (batería), Alphonso Johnson (bajo) y John Scofield (guitarra), desde el cual disparaba sus ráfagas de sintetizadores combinadas con dulces cantos estilo Earth Wind & Fire, telúricos ritmos funks que podrían haber salido de la Parliament Funkadelic y un acercamiento único a la música bufa, hecha por diversión (sin quitarle complejidad), que aprendió del genio de Baltimore.
Durante los 80s y 90s, el sonido de George Duke se consolidó en el territorio del jazz, el soul el pop y el R&B, y su nombre era garantía de calidad en una industria musical que ya comenzaba a mostrar los primeros visos de la profunda decadencia que la redujo a la casi nada que hoy es. Luego de cerrar la década de los setentas con una serie de álbumes influenciados por la música del Brasil (notables, por cierto), se embarcó en un ambicioso proyecto musical, junto a otra de las luminarias de la música negra norteamericana: el bajista Stanley Clarke. Junto al mítico ex integrante de Return to Forever, Duke lanzó tres discos bajo el nombre Clarke/Duke Project, con algunos años de distancia entre sí, que cubría con su prolífica producción solista. En sus tiempos libres trabajaba como músico de sesión y productor de consagrados nombres del R&B: Chaka Khan, Regina Belle, Jeffrey Osborne, entre otros.
La experiencia y el sofisticado talento de George Duke quedó plasmado en su imparable producción discográfica, que se extendió hasta julio de este año, un mes antes de su fallecimiento tras una larga lucha contra la leucemia. Dreamweaver (2013), es su álbum número 40 y contiene melodías subyugantes, impresionantes desarrollos en piano y teclados electrónicos y románticos tonos medios. Hace tres años, se unió Zappa Plays Zappa, la banda ensamblada por Dweezil (hijo de FZ) como invitado en una de sus giras y contó deliciosas anécdotas antes de tocar Uncle Remus (tema del álbum Apostrophe, 1974). Y en la última Zappanale, Duke y Ponty homenajearon a su antiguo amigo y jefe con espectaculares versiones de Echidna's arf e Inca roads, partes del increíble catálogo de esos años junto a Zappa.
Que en paz descanse, maestro de los teclados y los sintetizadores...
George Duke toca su clásico Brazilian love affair de 1979 y lo intercala con un segmento de Echidna's arf (of you), de su era junto a Zappa.
Cosmik debris, con impresionante solo de Duke en la sección intermedia.
Liderando el cuarteto de Billy Cobham, junto a John Scofield y Alphonso Johnson, en el Festival de Jazz de Montreaux de 1976.
Aquí lo vemos tocando School day junto a su partner-in-crime, el bajista Stanley Clarke. Esta presentación es de 1981.
Dweezil Zappa invitó a George Duke a tocar Uncle Remus (música de Duke y letra de Frank) junto a su banda-tributo a su padre.
En la edición 23 del Festival Zappanale (agosto 2012), George Duke se unió a Jean-Luc Ponty para recordar algunas canciones que grabaron junto a Frank en los setentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario