Hace unos días, los vecinos de Barranco se sintieron respaldados por una orden del Ministerio de Cultura que exigía la paralización y retiro de los módulos prefabricados que la empresa Evencor S.A.C. había colocado en el Parque Municipal del distrito, bloqueándolo por completo, impidiendo el libre tránsito no solo de vecinos sino también de visitantes de otros distritos así como de los cientos de turistas que diariamente llegan a este histórico y tradicional rincón de nuestra ciudad capital, cuna de artistas como José María Eguren, Martín Adán, Chabuca Granda y lugar de residencia de ilustres peruanos como Susana Baca o el flamante Premio Nobel de Literatura, el escritor Mario Vargas Llosa.
Sin embargo, todo parece indicar que los comerciantes, ávidos de aprovechar al máximo sus posibilidades de venta navideña a costa del ornato, la seguridad y la preservación del espacio público, se saldrán con la suya gracias al apoyo que obtienen de las autoridades salientes de Barranco. La administración de Antonio Mezarina les brindó el permiso para levantar esta feria de mercachifles inconscientes desde septiembre del 2010, saltándose con garrocha cualquier consideración hacia los vecinos, a quienes dice defender.
Es indignante que el afán por ganar dinero se imponga ante los pedidos de respeto por la ciudadanía y el cuidado de la zona monumental de Barranco, ahora convertido en un laberinto de rejas amarillas, paraderos descomunales y avenidas mutiladas. El permiso municipal ha sido la leguleyada que le permitió a Daniel Dulanto, abogado de Evencor S.A.C., interponer un recurso de amparo que dejó sin efecto la ordenanza del Ministerio de Cultura, que termina una vez más, pintado en la pared, como los pedazos de triplay que conforman esta feria absurda e invasiva.
El cierre del tráfico vehicular en la vía que conecta a la Av. Grau con la Av. San Martín, donde se ubica la Parroquia de La Santísima Cruz y del tráfico peatonal, al otro extremo del parque, es decir donde se encuentra la Biblioteca Municipal, constituye un atropello más contra los vecinos de Barranco, quienes ven reducidas sus posibilidades de defender su distrito en nombre de un "capitalismo" enfermizo que defiende las libertades de empresa, el "derecho a trabajar" de los negociantes y supuestos emprendedores, pero pisotea alegremente el derecho a transitar libremente por las calles y plazas más emblemáticas de la ciudad.
2 comentarios:
Buen blog, darte la bienvenida a los blogs y mejor sobre opiniones
De acuerdo a lo que vi el día jueves 9 de diciembre, la policía no tiene la menor intención de intervenir y los conductores de los stands están dispuestos a no moverse, amparados en un recurso. Los vecinos tampoco se reúnen en un número suficiente que pueda desanimar a los conductores de los stands; más aún, si están protegidos con matones. Queda mal el INC, el Ministerio de Cultura y la PNP. Y la Municipalidad de Barranco nos avergüenza.
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