Mientras el tandem embrutecedor políticos-medios-masivos-de-comunicación golpeaban en todos los espacios televisivos, radiales e impresos posibles la "gran serenata" que la Municipalidad Metropolitana de Lima organizaba con supuestos fines inclusivos (léase electoreros, de cara al proceso de revocatoria que se viene en marzo) con un cartel digno de un programa de La Chola Chabuca (Los Hermanos Yaipén, Bareto, Miki Gonzáles), salpicado con una que otra estrella de la canción criolla (el maestro Oscar Avilés, su hija Lucy y el guitarrista Willy Terry, Eva Ayllón) para disimular; un talentoso conjunto de seis músicos caminaba sigilosamente por noticieros y pequeñas notas al pie de las páginas de espectáculos con un homenaje inteligente a nuestra ciudad capital: bajo la estructura de las antiguas celebraciones cumpleañeras criollas, se fraguó, casi a hurtadillas, una serie de conciertos del jazz afroperuano más sorprendente que hayamos escuchado en los últimos tiempos.
Jazz en la Ciudad de los Reyes es el título de esta minigira de 12 conciertos en 10 días (13 si contamos el "Ensayo con público" que ofrecieron un día anterior al primer concierto oficial) que el Sexteto de Jazz Afroperuano de Gabriel Alegría viene realizando, con relativo éxito, desde el 16 de enero, día de Antevíspera del 478 aniversario de Lima. Barranco, Comas, Los Olivos, Magdalena, Miraflores, San Isidro, San Juan de Lurigancho y Villa El Salvador son los distritos que cubrió este alucinante combo de músicos peruanos, quienes con talento y creatividad armaron un homenaje, a mi parecer, más valioso que la fiesta patronal promovida desde la visión farandulesca y superficialmente popular de la alcaldía que hoy hace campaña para que no la saquen del poder. Sin discursos políticos, los comandados por Gabriel Alegría nos han hecho saber que nuestra Lima actual es más ancha y ajena que aquella en la que se celebraban los cumpleaños durante 9 días. Y en lugar de juntar todo en un solo lugar, tomaron sus instrumentos y recorrieron los puntos más representativos de los cuatro conos que hoy tenemos.
El trompetista y compositor Gabriel Alegría, nieto de nuestro gran novelista Ciro Alegría, concibió en el año 2005 la idea de reunir en torno suyo a los mejores músicos nacionales para, desde su centro de operaciones en New York, lanzar un proyecto musical que combinara la improvisación académica del jazz con la intuición natural del folklore afroperuano. A partir de ese primer bosquejo, el Sexteto de Jazz Afroperuano ha ido creciendo hasta convertirse en una fuerza determinante en el desarrollo de la fusión a nivel de los círculos más exigentes del jazz mundial Revistas especializadas como Downbeat han elogiado los diversos lanzamientos del sexteto y el último de ellos, titulado también Jazz en la Ciudad de los Reyes, es la materia prima de estos conciertos que culminarán en el pub Cholas Bravas de Magdalena, este jueves 24 de enero a las 8pm.
La noche central, es decir el 18 de enero, fecha del aniversario de Lima, la tocada fue en el Jazz Zone de Miraflores. El alto nivel de interacción de la banda como un todo musical solo es superado por el talento individual de cada uno de los elementos que le dan vida. Si bien es cierto el trompetista dirige con mucha actitud al conjunto, cada músico demuestra la suficiente seguridad para dar rienda suelta a sus desarrollos instrumentales de manera sólida y muy convincente. El repertorio, conformado por los temas del mencionado álbum - el quinto de su carrera - contiene desde frenéticos ritmos negros como la zamacueca y el festejo hasta señoriales tonderos y valses, sin soltar ni un minuto la tensión de solos abiertamente basados en el hard bop, el be bop, entre otras variantes del jazz clásico.
Los integrantes del sexteto son: Yuri Juárez (guitarra), que una vez más demostró ser uno de los músicos con formación criolla y negra (sus maestros son Pepe Torres y Carlos Hayre) de la nueva generación que mejor ha entendido el concepto "fusión", tantas veces manoseado y tergiversado por oportunistas de todo tipo como Jaime Cuadra por ejemplo. Freddy "Huevito" Lobatón (cajón, cajita, quijada, zapateo), perteneciente a uno de los clanes más identificados con la música negra del Perú, integra los polirritmos del cajón y la actitud pícara del músico popular, autodidacta. Hugo Alcázar (batería), es prácticamente una leyenda del jazz en Perú, ha tocado con gente como José Luis Madueño, Gigio Parodi, entre otros y es fundador del sexteto junto con Gabriel Alegría. Mario Cuba (contrabajo), es un joven músico muy talentoso que viene alternando con un amplio espectro de artistas y que se unió recientemente al sexteto para reemplazar nada menos que al gigante John Benítez.
Pero quien se lleva los mayores halagos en esta versión 2013 del grupo es la joven neoyorquina Camille Thurman, invitada especialmente para cubrir la ausencia involuntaria de Laura Andrea Leguía, saxofonista titular y compositora de diversas melodías que forman parte del repertorio de la banda. Camille toca el saxo y la flauta con una fluidez sorprendente, enlaza sus complejos solos con las armonías que propone la trompeta de Gabriel. Además, canta y lo hace muy bien. La noche en el Jazz Zone, interpretó una versión del clásico tema Moon river que hizo saltar de emoción a sus compañeros de grupo, con una inesperada sección de scat al estilo Ella Fitzgerald. Según contó el líder del grupo durante el concierto, la saxofonista nunca había tocado música peruana antes, pero llegó al ensayo con todo el repertorio aprendido de memoria, haciendo sugerencias e innovaciones.
Carátula del álbum Jazz en la Ciudad de los Reyes |
Jazz en la Ciudad de los Reyes ha sido el mejor regalo que ha recibido la capital. Lástima que, como siempre ocurre, la cantidad de público no corresponde a la calidad de lo que se escucha en cada velada. No tengo números concretos para asegurarlo, pero estoy convencido de que si sumamos a los asistentes de cada distrito recorrido por este valiente sexteto de músicos peruanos (más su invitada Camille), no llegamos ni a la décima parte de los miles que bailaron hasta la madrugada, cerveza en mano, con las horrendas cumbias de Los Hermanos Yaipén. Y quizás eso lo hace aun más valioso.
2 comentarios:
Gracias por esta reseña tan honesta y valiosa. Lo único que me parece importantísimo mencionar como dato periodístico es que los conciertos de Villa El Salvador, Comas y San Juan de Lurigancho fueron gestiones directas de la Alcaldesa Susana Villarán con la gerencia de Cultura liderada por Pedro Pablo Alayza. No es por "hacer política" que no es nuestro rubro, pero los datos concretos sí se deben mencionar. Este es uno de ellos. Gracias nuevamente por esta reseña!
--Sexteto Afroperuano
Gracias por el dato y también vaya la felicitación al señor Pedro Pablo Alayza por las gestiones realizadas para que la buena música que hacen ustedes llegue a todos los rincones de Lima. Ojalá las personas preocupadas por esta clase de cosas no fuesen excepciones a la regla, cuando de políticos o funcionarios se trata.
Y gracias también por leer la reseña y comentarla. Saludos.
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