CANAL 4 ¿EL CANAL DE LAS OLIMPIADAS?

Parece que la televisión en nuestro país ya no tiene límites ni solución. La basura que vende millones en publicidad no da tregua ni un instante. Resulta que el Canal 4 - el mismo de Al fondo hay sitio, Federico Salazar y la Chola Chabuca - cortó abruptamente la transmisión en vivo de la Ceremonia Inaugural de las Olimpiadas Londres 2012 antes de que esta terminara para poner el bodrio ese que estropea, con sus vulgaridades, las mentes de su público "target". Ni siquiera un evento de categoría y prestigio mundiales merece un espacio para descansar de la podredumbre disfrazada de entretenimiento que este estercolero televisivo esparce a diario.

Es increíble que este canal, que desde hace meses se anuncia como el único autorizado - en la televisión nacional, por supuesto - a transmitir la ceremonia, cometa tremendo atropello contra el buen gusto y sentido comun, y prefiera a ese par de oligofrénicos llamados Johanna San Miguel y Matías Brivio en lugar de dejarlos fuera de la programación, por lo menos un día, para respetar la duración de un evento que muchas personas, por no contar con servicio de cable en sus casas, solo iban a poder apreciar a través de su señal.

Y encima tienen el atrevimiento de autodenominarse "el canal de las Olimpiadas". Lo que acaban de perpetrar es una estafa olímpica, con esta absoluta falta de respeto por aquellos televidentes que, con ansias, esperaban seguramente ver el programa inaugural completo. Después, incapaces de resarcir su salvajada, no solo no programan una repetición de la vistosa inauguración en horario normal sino que la repiten... de madrugada! Es decir, el mayor desdén y la absoluta taradez convertida en negocio de broadcasting...

Los dueños de Canal 4 deberían ser procesados penalmente por esta clase de cosas. No puede ser que, mientras el mundo entero disfruta de la impecable presentación de Paul McCartney en el Estadio Olímpico de Londres, los peruanos sin cable y ansiosos de verlo tengan que sufrir el corte intempestivo de la transmisión para ver a ese par de payasos que nunca han hecho ni harán nada bueno por el público. Una ex claun que se la daba de sofisticada e ironizaba en radio sobre la situación política, convertida en animadora de cumbiambas y el otro, un tipejo que ha hecho de la vulgaridad su sello inconfundible. No hay derecho.

Y encima, durante la transmisión tuvimos que padecer los desinformados e incultos comentarios de Gonzalo Núñez, que confundía a The Kinks con The Who o que decía que All day and all of the night era una canción "más moderna" que Satisfaction, cuando ambas fueron lanzadas el mismo año, en 1965. Saben quien es Mr. Bean (Rowan Atkinson), el excelente cómico inglés, pero no saben que el director de la orquesta era Sir Simon Rattle o que la melodía que sonaba era Chariots of fire del griego Vangelis. Una vergüenza por donde se le mire, compruébenlo ustedes mismos...

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