El control de la prensa. La censura. La imposición del pensamiento único. La manipulación. El engaño y el ocultamiento del sentir de la calle. Todas estas son actitudes que el fujimontesinismo demostró tener inscritas en su ADN político, en el ABC de su forma de gobernar. Lo vivimos con la consolidación de la "prensa chicha" durante los 90s, esa que ahora está entronizada como la más leída del país (El Trome) y que inclusive ha mutado y se despliega a través de periódicos considerados "serios" como El Comercio o Perú21. Nos quedó claro después de ver los videos de Valdimiro Montesinos entregando cerros de billetes a los Crousillat, a Genaro, a Calmell del Solar o dictándole titulares a Bresani y los Wolfenson.
Esas mismas tácticas son las se utilizaron en estas semanas en tres hechos concretos: a) la ausencia de cobertura formal de la exitosa marcha estudiantil del jueves 26 de mayo en el Centro de Lima (Canal N tuvo el descaro de decir que solo eran 300 manifestantes cuando fueron más de 10 mil); b) la negativa a recibir un aviso pagado de La Primera en el que anunciaba un especial, a publicarse hoy domingo 29 de mayo, en el que se describe la pobre producción legislativa de Keiko Fujimori y c) la confirmación de que el directorio de América TV-Grupo El Comercio se negó a aceptar la propuesta de Mario Vargas Llosa, en la que nuestro ilustre Premio Nobel de Literatura ofrecía dirigir gratuitamente un programa político, con la colaboración de Gustavo Gorriti para hacer contrapeso a la basura con ventilador que Jaime Bayly despliega por la módica suma de 800 mil dólares.
Las tres noticias pasaron desapercibidas en la gran prensa convencional pero recibieron amplia difusión en redes sociales y medios virtuales. Aquí también las queremos mostrar, como una razón más para decir... perdón, para gritar ¡¡¡ NO A KEIKO !!!.
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