QUIERO HABLAR: ZAPPA PLAYS ZAPPA

En los EE.UU. y en Europa hablar de Frank Zappa puede significar el pasaporte directo a la tierra de los desadaptados, de los que no se ajustan a las leyes del sistema o del mercado, a los freaks que son expulsados de cualquier círculo social por decir las cosas como son. Porque su música es extraordinariamente compleja y absolutamente inaccesible para muchos, porque su actitud frente al establishment durante los 60s lo transgredió todo, incluso a esos trangresores de aquel entonces conocidos como hippies, porque sus comentarios políticos en la década de los 80s ruborizaron tanto a republicanos como a demócratas, en un estilo que de varias maneras ha heredado el cineasta y periodista Michael Moore.

La carrera e influencia de Frank Zappa en el mundo de la música son demasiado extensas para resumirlas en un post - en realidad haría falta un blog exclusivo para publicar artículos, comentarios e informaciones relacionadas a las múltiples aristas de su actividad musical - y sin embargo, permanece como un tema de minorías, de reducidos grupos de fans que pueden jactarse de entender su música, captar sus mensajes y divertirse con las fuertes dosis de nonsense que también tuvieron muchas de sus producciones musicales o cinematográficas.

Desde su fallecimiento en 1993 su imagen fue literalmente borrada de los medios oficiales norteamericanos, a pesar de que sus lanzamientos - y en especial sus declaraciones - eran comunes en populares programas de televisión. Famosos entrevistadores como Larry King, David Lettermen, Johnny Carson, entre otros quedaban boquiabiertos ante la agudeza e inteligencia con la que cual el músico solía responder sus interrogantes.

No era normal que un músico de rock tuviera las cosas tan claras. No era normal que un músico de rock declarara abiertamente su repudio a las drogas. No era normal que un músico de rock fustigara a republicanos y demócratas con la misma dureza, claridad y lucidez, evitando ser utilizado como habitualmente - y hasta ahora - son utilizadas ciertas estrellas del género musical más popular del siglo 20 por los políticos en campaña, tal y como podemos ver en el actual proceso electoral que finaliza en noviembre. Consciente de su rol como comunicador, Zappa instaba a los asistentes a sus multitudinarios conciertos a registrarse para votar, e instalaba mesas para que lo pudieran hacer, y así poder ejercer su derecho como ciudadanos.

Un año antes de morir, Frank Zappa anunció la posibilidad de postular a la presidencia de los EE.UU. y alborotó el cotarro político norteamericano que, por obvias razones, le temía. Lo tildaron de loco y hasta recibió amenazas de muerte pero no fue necesario eliminarlo. El cáncer de próstata les ahorró ese trabajo y de paso, se encargó de aliviarle la carga al entonces entrante Bill Clinton.

No sabemos con exactitud cuál sería la opinión de Frank frente a los debates Obama-McCain pero sin duda nos la podemos imaginar. De hecho, esta campaña (como las dos anteriores en las que también se hizo evidente su ausencia) hubiera sido mucho más animada si el genial guitarrista y compositor hubiera podido estar presente.

El músico que se enfrentó a Tipper Gore (esposa de Al) en el parlamento norteamericano para defender el derecho de los músicos a decir lo que quisieran y que compuso en 1974, en pleno Watergate, un tema llamado Dickie's Such An Asshole dedicado a Richard Nixon, que en 1988, durante su ultima gira, extendio a Ronald Reagan y a George Bush padre y que a inicios de los 90s fue uno de los pocos norteamericanos que respaldó la llegada a la presidencia de la entonces Checoslovaquia del actualmente célebre dramaturgo Vaclav Havel, tendría mucho que decir hoy, tras el desastre de George W., la caída del liberalismo económico y el resurgimiento de las dictaduras bananeras estilo Chávez-Ortega.

Así como en el campo de las ideas, el mundo de la música también extraña la batuta del maestro, en medio de una escena mundial cada vez más huérfana de talento y donde abundan los one hit wonders, los realities y las reciclables estrellas de MTV. Por eso constituye una poderosa bocanada de aire fresco la gira Zappa Plays Zappa que desde el 2006 viene realizando su hijo Dweezil, eximio guitarrista que ha conseguido duplicar los extensos y complicadísimos solos de su padre, junto a una banda de músicos extremadamente virtuosos que han devuelto a la vida un catálogo de canciones que aún hoy siguen siendo difíciles de entender para los oídos poco entrenados.

La banda la conforman: Dweezil Zappa (voz, guitarra), Aaron Arntz (teclados, trompeta), Scheila Gonzalez (saxo, flauta, teclados, percusión, voz), Pete Griffin (bajo), Billy Hulting (marimba, vibráfono, percusión, voz), Jamie Klime (guitarra) y Joe Travers (batería, voz). Además, Dweezil convocó como invitados de lujo para su proyecto a algunos de los grandes músicos que alternaron en las diferentes etapas de la banda de su padre: Napoleon Murphy Brock (voz, saxo, flauta, miembro de una de las formaciones más exitosas de The Mothers Of Invention entre los años 1974 y 1976), Terry Bozzio (baterista de Zappa Band entre 1976 y 1979, año en que formó Missing Persons para luego convertirse en uno de los bateristas solistas más exitosos del mundo), Steve Vai (guitarra, miembro de Zappa Band entre 1981 y 1984, y posteriormente desarrolló una impresionante carrera como solista) y Ray White (una de las voces más representativas del período 1976-1984 de Zappa Band) han aparecido en diversos momentos de la gira que viene dándole la vuelta a los EE.UU. con impresionante éxito, como puede verse en el siguiente link: http://www.zappa.com/zpz/players.html