Los lamentables sucesos de este último fin de semana hacen que explote en nuestra cara una vez más la insanía y el absoluto cinismo de quienes, sabiéndose poderosos, son capaces de pasar por encima de todo con tal de imponer sus criterios, en especial cuando estos están pre diseñados con frialdad para engrosar sus riquezas materiales. Y no escatiman nada al momento de disfrazar sus verdaderas intenciones con las sempiternas estrategias manipuladoras e intimidatorias que aprovechan, como siempre, la desinformación y la reducida conciencia social de la masa para validar la injusticia, la discriminación, el ninguneo practicado desde hace siglos sobre aquellas poblaciones cuyo único pecado, cuyo único delito, es ser distintos.
¿Quiénes son los verdaderos culpables de las tristes y desgarradoras muertes de policías y civiles? ¿quiénes deberían cargar sobre sus espaldas todo el peso del dolor de sus familias? ¿No queda acaso claro? La clase política, fiel a su estilo egoísta, lanza su discurso oficial cargado de mensajes ofensivos contra personas que están dispuestas a no permitir que atenten contra lo único que siempre han tenido como sustento: la tierra, el espacio vital.
El presidente y sus delirantes declaraciones que lanzan una sombra sobre las ya precarias relaciones con países vecinos que no tienen absolutamente nada que ver en esta protesta, los ministros y sus posturas que oscilan entre lo ridículo, lo intolerante y lo estúpido (Premier, Interior y Defensa, respectivamente) y la prensa adicta al regimen a la cual no le tiembla la mano para firmar jugosos contratos para la transmisión de una desagradable publicidad televisiva, en día domingo y en pleno horario de protección al menor.
Es que no hay límites cuando se trata de salirse con la suya para todos estos insensibles e impresentables agentes del gobierno. Desde la descarada puesta en evidencia de su espíritu discriminatorio al considerar a los habitantes de la selva como ciudadanos de segunda categoría hasta el violentista mensaje que busca reforzar la idea de que cualquier acto que manifieste el grado sumo de indignación y desesperación ante los abusos que vienen disfrazados de leyes, decretos supremos, de urgencia y demás argucias congresales o ejecutivas, no tiene más explicación que su origen salvaje y terrorista. ¿No hay una contradicción en esaacusación? ¿son ignorantes salvajes o son terroristas maquiavélicamente organizados?
La violencia entre iguales jamás será solución de nada en este golpeado país que hasta ahora no aprende a explotar la riqueza de su diversidad cultural, racial e histórica y estas evidencias de que hay poderes que buscan provocarla para mantener su predominio deberían llamar más a la reflexión y al sano ejercicio del pensamiento libre, alejado de lo que se nos vende con rótulos como "civilizado", "democrático" o "políticamente correcto".
Es increíble como a veces, la clase política que se dice respetuosa del estado de derecho, es capaz de ignorar olímpicamente disposiciones legales, acuerdos internacionales, mandatos constitucionales, etc. con tanta facilidad cuando se trata de sus conveniencias, y que después del descalabro social que su prepotencia produce, salgan orondos a señalar con el dedo a sus candidatos a culpable, echándoles encima toda la maquinaria legal y mediática de intimidación y desprestigio, llorando lágrimas de cocodrilo y organizando sendos e inservibles ascensos póstumos a policías jóvenes que, estoy seguro, ni siquiera sabían por qué estaban combatiendo con personas que como ellos, sufren de carencias, de abusos y abandonos.
Nuestras más sentidas condolencias a quienes se han visto directamente golpeados por esta tragedia, a ambos lados de esa carretera convertida en campo de batalla por los intereses de unos cuantos y a todas las personas del país que sienten profundamente este nuevo atropello de la calamidad por sobre los derechos humanos de los más pobres.
Ver también: http://cafeparafernalia.blogspot.com/
Apoyen la marcha pacífica del día miércoles 11 a partir de las 2:00pm en la Plaza 2 de Mayo... porque ninguna idea que se tenga acerca del progreso justifica esta situación...
No hay comentarios:
Publicar un comentario