Cuando caminábamos por los pasillos de la antigua Facultad de Ciencias de la Comunicación de la San Martín, solíamos comentar, ya a mitad de la carrera, lo absurdo que era ver como algunos jóvenes de primeros ciclos se admiraban cuando veían de cerca a Genaro Delgado Parker, y lo rodeaban como si fuera un director de cine ganador del Oscar o un famoso cantante de la nueva ola, ex-galán de telenovelas en blanco y negro, inadvertidos de que se trataba de uno de los personajes más nefastos de las redes de corrupción que desde siempre han manejado los hilos de la política, la economía y la información en el país.
En la inmensa galería de personajes corruptos "de cuello y corbata" que forman parte de nuestro imaginario colectivo y que fácilmente podrían constituir un virtual museo a la impunidad, don Genaro ocupa un lugar preponderante. Como ocupa un lugar preponderante en la agenda de amistades de nuestro Presidente, como queda demostrado en el tema que sacude una vez más las endebles bases del estado de derecho, sostenidas apenas por frases grandilocuentes, imagenes manipuladas y harta publicidad oficialista.
Ya hablaron los especialistas: abogados tributaristas, laboralistas, penalistas han revelado de forma contundente la naturaleza arbitraria e ilegal de esta acción sorpresiva de la dupla Sunat-Poder Ejecutivo. Asimismo, analistas del gremio periodístico vienen advirtiendo desde distintas tribunas lo que se viene: desde los primeros despidos de equipos de prensa (más allá de que confiemos en ellos o no, el solo hecho del despido es suficiente muestra del abuso) hasta los rumores de que la infame "esquina de la televisión" pase a ser propiedad de mi alma mater.
Quizás esto último no se produzca de manera abierta pero es obvio que en el manual de la corrupción y el control de medios, el capítulo dedicado a los testaferros habrá de ser nuevamente revisado y consultado para que la operación se realice de manera exitosa y consecuente a los propósitos de todos los agentes detrás del ingreso estatal a Panamericana Televisión.
El sopor y la permanente distracción de "el pueblo" le impide tomar una actitud más militante y comprometida, por lo cual este tema pasará (como todos los demás) por el agua tibia del impacto noticioso para después perderse en los detalles, el anecdotario y el laisez faire típico de tantas otras situaciones tanto o más indignantes que esta: los petro-audios, las muertes por el friaje, los accidentes en las carreteras, los arreglos debajo de la mesa de cada oficina publica, los bailecitos ridículos de un alcalde cuestionado, etc., etc.
Pero siempre es bueno tratar de mantenerse informado. Así que, periodistas o no, creyentes o no en esas abstracciones denominadas "libertad de expresión", "libertad de prensa", entre otras, que tantos males sociales han generado también, es necesario tener en claro que, si bien es cierto suena a alivio que don Genaro esté lejos del canal que fundara hace 50 años, no lo es tanto cuando nos acercamos un poco más a los reportes relacionados a las personas que han asumido la "administración temporal" de la Sunat. Para muestra un botón:
PD: desde aquí, una oración para todas las familias de los pasajeros del AirBus 330-200 de Air France y para los padres de los niños fallecidos en Puno, víctimas de la indiferencia...
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