La solidaridad es una de esas cosas que en nuestro país escasean tanto como las buenas oportunidades laborales o los políticos honestos. Por eso, a menudo hay que echar mano de cuestiones que atraigan la atención de la colectividad, con el fin de, a través de esas actividades generar un movimiento que entre sus consecuencias, produzca una ayuda, una colaboración, un compromiso. Un partido de football, un concierto, la presencia de uno o más líderes de opinión o ídolos populares, una fiesta. Esta lección ha sido muy bien aprendida desde hace tiempo por la mayoría de comunicadores o personajes - no necesariamente comunicadores - de la farándula que utilizan bien sus influencias para encaminar a la población o a parte de ella hacia un objetivo común.
Por eso anoche, Aldo Miyashiro y Beto Ortiz dieron un tremendo paso adelante en su campaña en pro de reunir el dinero necesario para el tratamiento que necesita Juan Diego, un joven de 15 años que padece de leucemia. Organizaron una fiesta en la peña Del Carajo! en Barranco y a juzgar por la cantidad de gente que asistió (algo más de 1,000 personas aprox.), la recaudación de fondos ha sido un gran éxito (había entradas de 31 y 21 soles). Nosotros llegamos allí casi por casualidad (gracias a la invitación de unos amigos) porque, a decir verdad, no estábamos al tanto de esta campaña y al final, no sólo nos divertimos sino que también nos sentimos reconfortados por haber colaborado con este noble propósito de ayudar a Juan Diego.
"La gentita" asidua a esta clase de locales respondió masivamente y la fiesta arrancó con la solvente orquesta A Conquistar (creo que ese es su nombre) que hizo bailar a todos desde el principio con muy buena música criolla y negra. Uno de los integrantes de nuestra mesa, respetable representante de la Guardia Vieja, dio cátedra de vals junto a ella que, como es natural, no se quedó atrás y demostró una vez más lo bien que baila. Fue escogida como la mejor pareja de la pista y el señor, que se convirtió en uno de los protagonistas de la noche, recibió como premio una botella de cerveza.
La fiesta continuó con artistas como Guajaja (que después de 10 años hace saltar y bailar frenéticamente a todo el mundo con las mismas canciones), una pareja de campeones de marinera norteña, Bartola siempre presente en esta clase de actividades benéficas y la orquesta de Los Barraza, que cerró la noche - por lo menos la nuestra - interpretando los temas más populares del momento. Mención especial para el elenco formado por los trabajadores de la peña (mozos, cocineras y hasta guardias de seguridad) que, desfachatados y divertidos, hicieron graciosísimas coreografías al ritmo acelerado de una enloquecida Culebrítica.
No me queda muy clara la idea de que todas esas personas que asisten cada fin de semana a esta clase de fiestas (algo que puede comprobarse al escucharlos cantar a voz en cuello las canciones que bailaban, desde El arbolito hasta las de La Mosca, Fonseca, Fanny Lú y todo eso...), estuvieran muy al tanto de lo que su vacilón de anoche va a generar finalmente - la posibilidad de ayudar a Juan Diego, que es lo que realmente cuenta - pero este intercambio de diversión por solidaridad tiene resultados, por lo menos es lo que todos esperamos, positivos y nos dejan la idea que, utilizando los estímulos adecuados según el signo de los tiempos y las expectativas de la gente a la que uno dirige sus campañas, el movimiento hacia un objetivo común no es tan difícil en esta época donde el individualismo, la frialdad y la indiferencia son las cosas que priman en nuestro diario devenir.
Buena, Aldo y Beto. Habían anunciado su llegada al local después de despedir el programa pero ya eran casi las 2 de la mañana de modo que tuvimos que irnos. Será para la próxima. Felicitaciones...
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