A dos semanas de las Elecciones Municipales y Regionales 2014 me vienen a la cabeza algunas preguntas ingenuas y casi tiernas, que los periodistas "más destacados" ya no hacen ni se hacen, habida cuenta de las coberturas que simulan estar hablando de un proceso de lo más serio y alturado, importante, casi como si viviésemos en una megalópolis del Primer Mundo:
¿Por qué si todos quieren el bienestar de Lima, o de cualquiera de sus 43 distritos, o de cualquiera de los miles de distritos del Perú entero, hay un promedio de 12 candidatos en cada lugar?
Si los objetivos de todos estos candidatos, que más parecen vendedores de supermercado, son el orden la seguridad, la formalización -en suma, la paz mundial-, ¿por qué no solo son, como máximo, tres candidatos los que pugnen en cada jurisdicción por convencer a las masas, trabajadores, empresarios, etc., de que sus planes, que seguramente buscan lo mismo solo que de distintas formas, con algunas diferencias estratégicas, programáticas o ideológicas, son los más convenientes?
¿Por qué, en nombre de la democracia, tenemos que tragarnos el sapo, comernos el cuento y hacernos los locos, como que no hay nada raro en ello, cuando vemos que salen de la nada montones de candidatos con invasivos carteles, sonrisas falsas, cancioncitas ridículas, ataques arteros que pasan cruzando el aire como flechas desde todos los locales de campaña, en distintas direcciones?
Desde quienes dicen representar a "partidos tradicionales" -APRA, Acción Popular, PPC-, pasando por los "partidos que surgieron en los 90s" -Cambio 90 y afines, Perú Posible, Solidaridad Nacional-, hasta los "movimientos independientes, alianzas y coaliciones" que conforman un amasijo deforme y siempre cambiante de símbolos, siglas, nombres rimbombantes, locales vacíos y fantasmales, nulas bases ideológicas, plataformas oportunistas que buscan inscribirse para una determinada elección y que, pasada esta, se vuelven a descomponer, atomizar y reaparecer con otros nombres, siglas y símbolos pero que son tomadas como vientres de alquiler o Caballos de Troya por personajes sinuosos, muchos de ellos cuestionados o abiertamente corruptos, o simplemente políticos(as) reciclados, sin partido, que buscan la reelección, ya sea en Lima Metropolitana o en el último caserío de Huancavelica, todos dan vergüenza con sus campañas y estrategias millonarias de publicidad que carecen de contenido real, globos de gas (metano) que basan su existencia y notoriedad en lo anecdótico, en la frase supuestamente creativa, en el alias graciosón y chacotero, en el vídeo/canción que apela a las vulgaridades y chabacanerías que las grandes masas de miles de jóvenes desinformados y adultos embrutecidos han aceptado como parte de su vida diaria gracias a la maquinaria mediática (canales de televisión, periódicos, radios y, desde hace menos tiempo, páginas web) que las ha impuesto, en una exitosa campaña de empobrecimiento mental iniciada hace más de 25 años por la miasma vladifujimontesinista. Con ese panorama ¿cómo es posible que sigamos creyendo que este es un proceso electoral, un rally que seguramente será presentado, el domingo 5 de octubre, con atractivas imágenes que volarán por las pantallas con títulos como "Elecciones Municipales 2014-2018: La recta final", anunciado con voces engoladas de los principales "líderes de opinión"? Todo esto es incomprensible para mí.
Indefectiblemente, alguien saldrá elegido este domingo 5. Al margen de quien sea el ganador, considero que va a ser más de lo mismo. Para mí, el voto ideal de conciencia tendría que ser el Voto Nulo. Porque, francamente, dudo que aquellas personas que no tengan intereses particulares en que salga Cornejo o Heresi, Villarán o Castañeda, Bonifaz o Altuve, Sánchez Aizcorbe o los demás "pitufos", vayan a votar por alguno de ellos porque REALMENTE LES CREE. Y habrá quienes voten por A para que no salga B, algo así como "el mal menor", postura respetable pero que tampoco aplico para mi decisión final y personal. En lo que a mí respecta, voto nulo desde hace años y esta vez no creo que haga una excepción, ni en Lima Metropolitana ni en San Miguel. Ninguno me convence y quien salga de los actuales, será simple y llanamente más de lo mismo. Votaré por el primero que retire todos sus carteles de las ventanas, avenidas, calles, parques y plazas de la ciudad. Pero como el mío es solo un voto, nadie lo va a hacer... ¿qué pasaría si fuesen millones los que pensáramos así? Quizás en ese momento nos empezarían a ver como verdaderos ciudadanos y no como un rebaño de borregos o de compradores compulsivos.
RANKING DE DISTRITOS DE LIMA METROPOLITANA (cantidad de candidatos):
- 18 CANDIDATOS: Comas
- 17 CANDIDATOS: Carabayllo, Chorrillos, San Martín de Porres
- 16 CANDIDATOS: San Juan de Lurigancho, Villa María del Triunfo
- 15 CANDIDATOS: Los Olivos, Puente Piedra, Santiago de Surco
- 14 CANDIDATOS: Breña, El Agustino, Jesús María, Lurín, Rímac, San Juan de Miraflores, San Luis, Villa El Salvador
- 13 CANDIDATOS: Chaclacayo, Independencia, La Victoria, LIMA METROPOLITANA, Santa Anita
- 12 CANDIDATOS: Ate-Vitarte, Pueblo Libre
- 11 CANDIDATOS: Ancón, Lince, Pachacámac, Surquillo
- 10 CANDIDATOS: Barranco, La Molina, Lurigancho-Chosica, Punta Negra, San Borja, San Isidro, San Miguel
- 9 CANDIDATOS: Magdalena del Mar, Miraflores, Pucusana, Santa Rosa
- 8 CANDIDATOS: Punta Hermosa, San Bartolo
- 5 CANDIDATOS: Cieneguilla
- 4 CANDIDATOS: Santa María del Mar
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