Como ya muchos deben saber, el Congreso de la República ha lanzado a las calles a su batallón de mensajeros a distribuir las respuestas a todos los periodistas y ciudadanos de a pie que hemos tenido el atrevimiento de solicitar los respaldos contables (léase boletas, facturas, etc.) de los gastos operativos de los señores otorongos, amparados por la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. En estas misivas, el aparato encubridor del Congreso, es decir la Dirección General de Administración, aduce que los documentos solicitados están sujetos al "principio de reserva" por encontrarse en un proceso de auditoría y no pueden atender los pedidos porque de lo contrario, dicho proceso se vería interrumpido, dañado, etc...
Evidentemente ninguno de los integrantes de esta campaña ciudadana nos tragamos el cuento de la DAC y resultan aún más indignantes los vericuetos tinterillescos en los que se refugia el actual Presidente del Congreso, Javier Velásquez Quesquén, tratando de darle apariencia de argumento coherente a lo que es, según los abogados y las personas con un mínimo de sentido común, una vulgar paparruchada que intenta saltarse con garrocha este reclamo, que tiene mucho de democrático y muy poco de desestabilizador.
No voy a reproducir las cantinfladas que este señor ha proferido en RPP para no caer en la repetición y porque ya lo han hecho otros colegas bloggers como Marco Sifuentes (http://www.uterodemarita.com/), William Vásquez (http://www.elpaki.com/), José Alejandro Godoy (http://www.desdeeltercerpiso.com/), etc., todos conspicuos miembros de nuestra "tribu" - cariñoso adjetivo que nos endilga Mercedes Cabanillas - pero creo que cada vez es más agresiva la manera en la cual los "padres de la patria" vienen reaccionando ante esta campaña que les está explotando en la cara, algo que quizás no esperaban.
Considerar que esta petición constituye una burla (Carlos Raffo), que los nombres de los blogs ofenden a la representatividad del Congreso (Martha Moyano) o que tratamos de modificar el sistema político (Velásquez Quesquén) es un burdo intento por reducir esta expresión ciudadana, canalizada a través de la Internet, a la categoría de un capricho poco serio y que no es digna de ser tomada en cuenta. Es decir, una vez más se manifiesta la abierta desconsideración y desprecio que quienes legislan y gobiernan sienten hacia la opinión de ese "pueblo" que tanto mentan en sus inflamados discursos y alocuciones públicas.
Significa que los señores congresistas, que llegan a sus curules prometiendo oros y moros a la población, se declaran a sí mismos intocables y ningunean el derecho que esa misma población tiene de exigir que se le rindan cuentas. El blog Desde el Tercer Piso ha colgado un modelo de carta de apelación, que debe dirigirse a la Oficialía Mayor del Congreso (http://www.desdeeltercerpiso.com/2008/09/si-te-rechazaron-tu-adopcion-aqui-tienes-como-hacer-tu-apelacion/), una vez recibida la negativa en la Dirección General de Administración.
Todo parece indicar que nos vamos al Tribunal Constitucional...
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