"¿Ah sí?... y ¿para qué
te quieres resfriar?" me preguntó mi interlocutor, quizás sin darse cuenta de que generaría un remolino de conjeturas en mi cerebro. Como si no tuviera suficientes problemas reales para mantenerme ocupado y preocupado, en ese momento comencé a preguntarme por el uso y abuso de esta expresión, probablemente incorrecta salvo error u opinión, tan peruana además, que combina un verbo - "querer" - que denota un sentimiento positivo o un anhelo positivo (que puede tener sentido si uno dice "me quiero casar", "me quiero ir de viaje") con otro - "resfriar" o "refriarse" - que, definitivamente no tiene nada de bueno, salvo que en algún momento específico alguien desee enfermarse para faltar al trabajo, para no ir a una reunión social inevitable o para tener la excusa perfecta para evitar el cumplimiento de cualquier tipo de obligación...
Algo me dice que estamos ante una construcción bárbara, aunque de uso bastante común. Pero además de lo absurdo que puede ser - si uno lo piensa detenidamente - el declarar tener deseos o ganas de resfriarse ("me quiero resfriar"), tomando en cuenta únicamente las palabras que estamos pronunciando y no la actitud que asumimos al hacerlo - de decaimiento o de preocupación ante la cercanía del bendito resfrío - está el hecho concreto de estar extendiendo el uso erróneo de la combinación de dos verbos ("querer" y "resfriar") que tergiversa el sentido de lo que estamos diciendo. No tengo la certeza lingüística de si es incorrecto o no, se trata simplemente de una conjetura, pero si volteo la frase y en lugar de decir "me quiero resfriar" digo "quiero resfriarme" (osea usar el pronombre "me" en su forma enclítica, es decir, siguiendo al verbo y no antecediéndolo, en cuyo caso sería en forma proclítica) el absurdo se acentúa. En todo caso, podría reemplazar la frase para expresar mi preocupación con alguna otra que represente con mayor coherencia mi estado de ánimo: "parece que me voy a resfriar", "siento que me voy a resfriar" o algo así.
El problema surge al definir a cuál de los dos verbos ("querer" o "resfriar") complementa el pronombre reflexivo "me". Podemos tener hasta tres variaciones de la frase, que evidentemente sigue sin expresar con corrección la preocupación que uno siente al advertir la posibilidad de contraer un resfriado: a) me quiero resfriar; b) quiero resfriarme y c) quiérome resfriar. ¿Cómo habrá surgido este error tan extendido entre nosotros? ¿Se trata realmente de un error? Si hay algún lingüista aplicado leyendo esto por favor absuelva mi duda, antes que me resfríe. Gracias.
3 comentarios:
para muestra un boton como dice el dicho,esto solo es una parte de la manera de expresarnos hoy en dia y que recuerde siempre lo ha sido forma ya parte de nuestra cultura
PD deberia haber otro post con los errores tanto del habla como
estabanos ,ibanos,me dijistes etc,etc
No soy lingüista pero aún así debo felicitar tu agudeza sobre este tema que, como podemos notar, es más sutil e imperceptible que el "dequeismo" el "estábanos" o "dijistes"...
más que un error sospecho que es una reducción mal resuelta de una expresión en sentido más amplio, ejem: "creo que mi cuerpo se quiere resfriar"...o sea, que como los resfrios nos ocurren más allá de nuestra voluntad, nos queda sorprendernos con ese primer estornudo que manifiesta la voluntad de nuestro organismo...
esta roca se me acaba de ocurrir (debe ser el hambre de la una de la tarde) pero ya sabemos como nos gusta contraer y reducir primero las consonantes y luego las ideas para evitar la fatiga....no sé si eso de :"me quiero resfriar" se da sólo acá o en otras partes de latinoamérica donde se perpetra el castellano, pero no negarán que ahorramos algo de tiempo diciendo "me quiero resfriar" o "me quiero desmayar" en vez de usar los mexicanísimos doblajes de "parece que me voy a desmayar" o "creo que vomitaré" que suenan bien en la tele pero que ningún limeño diría sin perder tiempo jaaaa
saludos y a ver si me cuentan qué quiso decir el loco ureta cuando convirtió la frase "me quiero morir" en un estribillo de uso exclusivo para homosexuales chismosos jaaa
Acá en la hermana república de Chile es ampliamente extendida dicha locución. El origen parece venir de las madres preocupadas y la respuesta inocente de los niños, como en el siguiente caso: "Ve a abrigarte niño, acaso te quieres resfriar?", probablemente fue evolucionando hasta llegar al absurdo que de forma tan corriente usamos.
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