jueves, 22 de noviembre de 2012

¿LADY GAGA ES "LA REINA FREAK"? MÁS RESPETO POR LOS FREAKS, POR FAVOR


La historiografía del rock and roll no nos deja mentir: la subcultura freak se originó en la época del florecimiento de la psicodelia, como una contraparte a los hippies. Los artistas y las personas que finalmente fueron conocidas como "freaks", un término del inglés que sirve para denominar a alguien descuidado, desprolijo, alocado y muy al margen de lo establecido, no tenían nada que ver con lo que estaba de moda, con lo que se consideraba sofisticado, o con todo aquello políticamente correcto.

Incluso, antes de estos años de contracultura efervescente, el término freak se usaba para describir a las personas que padecían deformidades físicas. Los más acuciosos recordaran una película de culto, llamada precisamente Freaks (1931), acerca de un grupo de artistas circenses de lo más bizarros y atemorizantes. Por extensión y en reflejo de aquella acepción, lo que era visto como freak asustaba o peor aun, creaba rechazo debido a su actitud y apariencia, de genuina agresividad ante los "normales".

En los años 60s, la subcultura freak tuvo un momento álgido, en el que coincidieron esta actitud afrentosa con un indiscutible talento artístico. Artistas como The Fugs, Vito Paulekas y principalmente Frank Zappa y los primeros Mothers of Invention, llevaron la anti-estética freak a su punto máximo de expresividad. Nadie jamás consideraría a un artista freak si responde, punto por punto, a todas las exigencias y estrategias del mercado para hacerse conocida, ganar mucho dinero y exhibir un arte superficial, homogeneizado y escandaloso, en el sentido de lo farandulero, mas no en cuanto a su capacidad de cuestionar la tranquilidad de la gente normal.

Decir que Lady Gaga es "la reina freak" es una nueva demostración de incultura de El Comercio. Echan por tierra más de 50 años de manifestaciones artísticas originalmente desafiantes: desde los conciertos en el Teatro Garrick de New York, en los cuales Frank Zappa presentaba, en andrajos, música rock de extremada complejidad, tocada por una mancha de músicos barbudos, pelucones y malvestidos e invitaba al público a bailar a su antojo (en inglés eso era "freakin' out"); hasta los conciertos en el manicomio de The Cramps o las diatribas de Johnny Rotten durante el reinado marginal de The Sex Pistols. Ninguno de ellos jamás merecieron una portada en Times o en revistas de modas, y sin embargo dejaron huella en el mundo de la música porque respetaban su ideología freak.

Lady Gaga no es la reina freak, señores de El Comercio. Lady Gaga entendió - o en todo caso, lo hicieron sus asesores de marketing - que vestirse con bistecs (algo que puede llegar a ser tan costoso como vestirse con telas de diseñador) o exhibir imágenes grotescamente calculadas para llamar la atención, es lo que ahora vende más. Musicalmente no hace absolutamente nada nuevo y, en cuanto al rechazo que provoca su imagen y su extravagancia sobreactuada, no ofrece balance con alguna propuesta artísticamente valiosa. Es solo un producto. Revisen los videos de Patti Smith, The Stooges, los conciertos de DRI en los 80s, el look de Nina Hagen, Grace Jones, Siouxsie Sioux, los bizarros hábitos sobre el escenario de Wendy O. Williams, vocalista de The Plasmatics, las alucinantes puestas en escena que The Residents realizan desde los 70s o la gente que, comúnmente, acompaña a Les Claypool en sus proyectos paralelos a Primus. No todos los mencionados están entre mis favoritos, pero definitivamente son verdaderos representantes de lo freak en el rock, y no esta Lady Gaga que es, básicamente, una aplicación para iPad para dummies y gentita bien, en la orilla opuesta a lo freak.

Si supieran de qué van todos estos artistas, no describirían a la famosa y "sofisticada" Lady Gaga como reina de los freaks. Más respeto.

1 comentario:

Flavio dijo...

Bien dicho! Solo te faltó mencionar tambien a Betty Davis, la mujer de Miles Davis, entre las precursoras.