lunes, 21 de julio de 2008

¡NO, GRACIAS!

El sábado pasado, Canal 7, en su alucinante ciclo de películas clásicas, transmitió la versión cinematográfica de la obra Cyrano de Bergerac. Este éxito del teatro francés del siglo XIX, escrito originalmente por el dramaturgo Edmundo Rostand y basado en la vida del también escritor de teatro Hector Savinien de Cyrano de Bergerac (1619-1655), brindó al mundo de los superhérores uno de sus personajes más emblemáticos y recordados. En la obra, Cyrano es un poeta, con el don de alcanzar las más altas cumbres de la expresión a través del lirismo de sus palabras y a un tiempo, era un valiente, diestro y feroz espadachín, capaz de vencer a más de 100 hombres a la vez. La película, dirigida en 1950 por Michael Gordon y protagonizada por el actor portorriqueño José Ferrer (que ganó un Oscar por su interpretación), acercó al romántico caballero - quien a pesar de sus múltiples virtudes, vive acomplejado por su prominente nariz - a la cultura popular y lo convirtió en sinónimo de caballerosidad y coraje. Quiero compartir con ustedes el monólogo ¡NO, GRACIAS!, en el cual el héroe hace una declaración de sus principios morales, que le impiden bajar la cabeza ante el opresor, ante el abusivo, ante el deshonesto. Obviamente, y como todos los héroes, Cyrano es considerado un idealista demente, un reaccionario... Una época de valores, hoy desaparecidos... Cosas que solo pueden verse en las clásicas obras de la literatura...

Escena: "No, gracias!"

Reparto:
Cyrano de Bergerac: un poeta, espadachín y portador de una larga y horrible nariz.
De Guiche: un rico caballero, enemigo de Cyrano.
Le Bret: soldado, compañero y buen amigo de Cyrano.


"DG: (recuperando el control después de haber sido insultado por Cyrano)... ¿Ha leido Don Quijote?
CB: Claro que sí, y me identifico con el héroe.
DG: Sería conveniente que releyera el capítulo de los molinos...
CB: Capítulo trece.
DG: Los molinos, recuérdelo, si pelea contra ellos...
CB: ¿Mis enemigos cambian a cada nuevo soplo del viento?
DG: ... pueden agitar sus enormes brazos y lanzarlo al fondo del lodazal!
CB: O elevarme hasta las estrellas...


DG: (sale de la escena... lo vemos mientras sube a su carroza)
LB: (se acerca a Cyrano)


CB: (haciendo una sarcástica reverencia a los que salen)... Caballeros... caballeros...
LB: ¡Acabas de arruinarlo todo! ¡Hubieras asegurado tu fortuna! ¡Ja! Ese sí es un mal enemigo. ¡Hiciste que se viera como un tonto!
CB: Allá vas otra vez, con tus quejas...
LB: Esta actitud que acabas de tener... arruinas cada oportunidad que te sale al frente... es un exceso...
CB: Muy bien, muy bien... ¡entonces me excedo!. ¡Sí, me excedo! Por mis principios. Hay cosas en este mundo que un hombre debe llevar hasta sus extremos para hacerlas bien.
LB: Deja de jugar a ser Los Tres Mosqueteros en uno solo... gloria y fortuna...


CB: Y ¿qué queríais que hiciera?
¿Buscar el patrocinio de algún gran hombre y como una vil enredadera me arrastre hacia arriba, hacia aquel lugar en el que no pueda mantenerme solo? ¡NO, GRACIAS!
¿Dedicar, como lo hacen otros, poemas a los prestamistas? ¿Ser un bufón con la horrible esperanza de producir una sonrisa en algún rostro frío? ¡NO, GRACIAS!
¿Comer un sapo de desayuno cada mañana? ¿Hacerle callos a mis rodillas y cultivar una espalda flexible, capaz de soportar mi postrado estómago sobre el polvo? ¡NO, GRACIAS!
¿Rascar la espalda de cualquier cerdo que cosecha oro por mí? ¿Hacerle cosquillas en los cuernos a Mamón (Dios de la codicia) con mi mano izquierda, mientras mi derecha, demasiado orgullosa para interesarse en los asuntos de sus compañeros, se lleva el dinero recaudado? ¿NO, GRACIAS!
¿Usar el fuego que Dios me dio para quemar inciensos todo el día? ¿NO, GRACIAS!
¿Publicar versos para mi propio deleite? ¡NO, GRACIAS!
¿Ser el santo patrón de un pequeño grupo de almas cultas que almuerzan reunidas cada martes? ¡NO, GRACIAS!
¿Debo trabajar día y noche para construirme una reputación con una canción y nunca más escribir otra? ¿Debo encontrar el genio verdadero sólo entre los genios, palpitando sobre párrafos pequeños, y luchando por insinuar mi nombre en las columnas de Mercurio? ¡NO, GRACIAS!
¿Calcular, programar, tener miedo, querer más hacer una visita que un poema, buscar presentaciones, favores, influencias? ¡NO, GRACIAS!
No, muchas gracias, una y otra vez, muchas gracias...
Prefiero cantar, reír, seguir mi propio camino y estar solo, libre, con ojos para ver las cosas como son, con voz que habla de la humanidad... poder colgar mi sombrero donde me plazca, en una palabra, en un sí un no... prefiero pelear o escribir...
Viajar a cualquier lugar bajo el sol, bajo las estrellas, sin pensar que la fama o la fortuna yacen más allá del camino... Nunca escribir una línea que no haya escuchado mi propio corazón. Decir con toda modestia que mi alma se satisface con las flores, con las frutas, con las hierbas inclusive... reunirlas en un solo jardín que podáis considerar vuestro...
Así, cuando consiga algún triunfo por alguna casualidad, no compartirlo con el César... en una palabra, soy demasiado orgulloso para ser un parásito, y si mi naturaleza quiere esa semilla que crece hacia el cielo como el pino de la montaña, o como el roble, que protege a las multitudes pues ahí estaré... no tan alto quizás, pero estaré allí... por mí mismo!

LB: ¡Sí! ¡Solo! Pero ¿por qué solo contra el mundo? ¿Qué demonio te ha poseído para que vayáis por todos lados consiguiéndote enemigos?
CB: Porque observo como todos ustedes hacen amigos por todos lados... ¡como los perros! Observo la forma de estas cortesías caninas y pienso: Mis amigos pertenecen a una raza más limpia... Aquí viene, gracias a Dios: otro enemigo!"



http://www.youtube.com/watch?v=_OfvfEL-hmw (la escena completa)

Hasta la próxima...

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