lunes, 9 de julio de 2018

MÚSICA Y FÚTBOL: DOS ARTES, DOS PASIONES (Diario Exitosa, lunes 9-7-2018)




Durante el último minuto del videoclip que hiciera la banda británica Deep Purple para su tema Perfect strangers, del álbum homónimo de 1984, que marcó el retorno de su formación clásica -Ian Gillan, Ritchie Blackmore, Roger Glover, Jon Lord, Ian Paice- podemos verlos jugando fútbol de manera muy informal y relajada. Y aunque son solo pocos segundos de acción futbolera, estas imágenes reflejan la intensa conexión existente entre algunos músicos famosos y el deporte rey.

Pero si hubo un artista que realmente sentía el balompié en sus venas, ese fue Bob Marley. La figura más emblemática de la cultura jamaiquina era un impenitente pelotero, como lo demuestran las filmaciones en las que aparece dominando la de cuero en esforzadas “pichangas” junto a los demás miembros de The Wailers, grupo con el que internacionalizó el reggae, cadencioso y espiritual ritmo que identifica a su país y a la filosofía rasta. Cuentan que Marley fue enterrado con una guitarra, un atado de marihuana y una pelota. En una entrevista de 1977 el autor de clásicos como No woman, no cry y Three little birds, ante la pregunta “¿qué es el fútbol?”, respondió: El fútbol es libertad.


Siendo el fútbol un deporte extremadamente popular y multitudinario, no es de extrañar esta relación armoniosa con estrellas de la música, acostumbradas también a las actuaciones en estadios llenos donde reciben aplausos y cánticos de enfervorizados seguidores. Muchas veces se ha hablado de la naturaleza artística del fútbol, sus elementos de creatividad y poesía, sobre todo en jugadores que despliegan talento sobre el gramado, por lo que las analogías con el mundo musical trascienden lo concreto para adentrarse en ámbitos donde reina la subjetividad y la emoción. 

Se sabe que el cantautor romántico Julio Iglesias tuvo un breve paso por el Real Madrid, como arquero, pero que abandonó el deporte a raíz de una lesión. Plácido Domingo, tenor espectacular, es también seguidor del club merengue toda la vida. Otro famoso español, el trovador y poeta Joan Manuel Serrat, es conocido por ser hincha acérrimo del Barcelona, una pasión que comparte con su compatriota, bolerista y baladista, Dyango. Luis Alberto Spinetta, ícono del rock argentino, era tan fanático del River Plate que salía a tocar con la camiseta de la franja puesta y hasta le dedicó una de sus enigmáticas canciones, El anillo del Capitán Beto, incluida en el álbum El jardín de los presentes de 1976, de su banda progresiva Invisible, al recordado mediocampista Norberto “El Beto” Alonso, ídolo del club millonario. Fito Páez, otro astro del rock gaucho, es un gran fanático de Rosario Central, los populares “canallas” de la provincia argentina. 

Otros dos notables casos provienen nuevamente del mundo del rock: el escocés Rod Stewart y el británico Elton John. El cantante de voz rasposa jugó, cuando tenía 16 años, como delantero en un pequeño equipo de Tercera División llamado Brentford FC durante un corto periodo de tiempo a inicios de los sesenta, antes de decidirse por la carrera musical y alcanzar fama con las bandas de blues-rock The Jeff Beck Group y Faces, y siguió pateando balones en los descansos durante sus exitosa giras como solista.


Por su parte, el pianista y cantante de vestuarios extravagantes era tan devoto hincha del Watford FC que lo compró en 1976 y, bajo su presidencia, el once de la camiseta amarilla saltó de la Cuarta a la Primera División del fútbol inglés y llegó a ser subcampeón en 1984, en una final en la que cayó ante el Everton de Liverpool, equipo que tiene entre sus más fieles hinchas nada menos que a John Lennon y Paul McCartney. Desde el 2008, Sir Elton John abandonó la presidencia activa del club de sus amores pero conserva un cargo directivo honorífico. Asimismo Steve Harris, bajista y líder de Iron Maiden, quiso ser jugador de fútbol y ha aprovechado su prestigio para entrenar varias veces con su equipo favorito, el West Ham de Londres.



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