Cuando vi la noticia temprano en la mañana, no lo podía creer: un ciclista de 17 años está en coma tras ser embestido por uno de los buses del Metropolitano, mientras este circulaba por el ridículo espacio del pomposamente llamado "corredor vial segregado", en la zona que más cuestionamientos ha recibido, el distrito de Barranco. Desde luego, ya salieron los "testigos" a decir que el muchacho andaba por donde no le correspondía, que ha sido una imprudencia de su parte, que es "responsabilidad compartida", que por aquí que por allá, mientras una joven vida pende de un hilo debido a la intransigencia y las malas intenciones de un grupo de ladrones que jamás prestaron oído a las advertencias que trataban de evitar cosas como estas.
Y mientras por la derecha atacan los testigos, por el medio arremete con ese rictus de corrupción que siempre exhibe en sus apariciones públicas, el Sr. Baraybar, gerente de no sé qué de la Municipalidad de Lima, no solo a decir lo mismo que dicen los testigos, sino que además despotrica contra el herido que se debate entre la vida y la muerte. Es decir, eso de que trabaja para el líder de un "partido" - ¿o debería decir movimiento? - que se llama Solidaridad Nacional termina siendo poco más que una macabra paradoja. Al señor Baraybar le importa un pepino el sufrimiento de la familia del perjudicado, solo piensa en que sus buses salgan limpios de polvo y paja de esta primera víctima del Metropolitano. Y aunque espero de todo corazón que sea también la última, francamente, lo dudo mucho.
Los dichos populares esconden verdades monumentales. Aquello de "no hay peor ciego que el que no quiere ver" o "no se puede tapar el sol con un dedo" les cae de perlas, no solo a las autoridades municipales allegadas a Luis Castañeda Lossio que defienden a capa y espada al Metropolitano ante todos y cada uno de los problemas que viene demostrando, sino también a todos esos ingenuos - o desinformados - ciudadanos de Lima que defienden "la obra" repitiendo compulsivamente, a manera de mantra, que el nuevo sistema impuesto por la ratería es positivo y que estas demoras, incomodidades, accidentes - a lo que deberíamos agregar muertes - son parte del precio que hay que pagar para acceder al progreso. Que los cambios siempre traen complicaciones dicen los simplones. Que la resistencia al cambio es natural dicen los que se la quieren dar de sofisticados. Al final, todos se convierten en ciegos voluntariamente y colocan su regordete pulgar de cara al sol, tratando de taparlo.
No importa desde qué arista uno comience a analizar el lamentable accidente de este joven ciclista o qué variable se introduzca en la evaluación de los hechos. Todo apunta a un solo responsable: la Municipalidad de Lima y su intransigencia ante los cuestionamientos la no aceptación de críticas y propuestas probadamente mejores. Lógicamente esta intransigencia no es casualidad, sino que oculta las verdaderas intenciones del alcalde y su camarilla de bandoleros: la sobrevaloración, los sobrecostos, en suma, la tan preciada cutra involucrada en este negociado de buses y paraderos.
El espacio que tiene el bus en los carriles creados, a la mala y a la fuerza, en las principales avenidas de Barranco es muy pequeño. Desde hace meses los vecinos barranquinos lo han hecho notar de diversas formas, dejando en claro lo difícil que es transitar, tanto a pie como en bicicleta. Si el muchacho iba en sentido contrario es porque toda la vida esa vía ha ido en sentido contrario. La Municipalidad le cambió el senrido a la vía de manera radical, sorpresiva e inconsulta y no generó, que yo recuerde, en los últimos cuatro años, ninguna campaña de información dirigida principalmente a Barranco y por extensión, a todos los demás distritos de este cambio de sentido en una arteria tan conocida y transitada.
Tampoco se programó decididamente ningún esfuerzo por crear una reeducación vial sostenible en el tiempo, a puertas del enorme cambio progresista que esto significaba. Aun recuerdo a un tal Paredes - otro de los galifardos que defiende a Castañeda - declarar a mediados del 2008, muy orondo, que el Metropolitano iba a estar "listo en tres meses" pero que aun no se había informado concienzudamente ni a los transeúntes ni a las empresas de transporte público. El progreso, para que sea realmente progreso, debe ser planificado y ejecutado por personas profesionales, de criterio, organizadas, no por improvisados puestos en cargos de favor porque son amigos(as) de quien en el momento tiene el poder. Y eso es lo que pasa en la Municipalidad de Lima actualmente.
Otros sectores tratan de inculpar al chofer, aislándolo de lo que eso representa para el sistema en sí mismo. El Comercio publica que el conductor tiene casi 100 infracciones de tránsito entre graves y muy graves, por lo que no resulta extraño que haya maniobrado pésimamente mal la unidad que conducía. Eso, sumado al espacio insuficiente de la vía y a la desinformación e imprudencia del ciclista, ocasiona el accidente, que puede terminar en el lamentable deceso del joven en coma. La pregunta es ¿no sabe la Municipalidad o el ente ejecutor de "la obra" del Metropolitano, a qué clase de choferes contrata? ¿no se trataba de un grupo cuidadosamente seleccionado de choferes con la debida experiencia y calificación, rigurosamente examinados, porque conducir estas modernísimas máquinas era tan complicado como pilotear un avión?
Esto va de mal en peor. Desde las tristemente célebres "pruebas en vacío" del Metropolitano los problemas están a pedir de boca: los buses chocan, se atascan en las estaciones, algunos no cuentan con SOAT y ahora, una unidad atropella a un ciclista y su pronóstico es reservado. Es justo lo que Lima necesitaba. Pero lo más indignante es que, al parecer, ni siquiera esta tragedia será capaz de hacer cambiar a estos funcionarios que son capaces de todo. Mientras tanto, Luis Castañeda Lossio dispone la ubicación de televisores en los buses y recibe condecoraciones en Italia "por promover el uso del gas natural" ¿Sabrán los italianos que lo premiaron, distinguidos miembros de la Asociación Internacional de Vehículos a Gas Natural, que el Metropolitano aun no funciona?
http://salvemosbarranco.blog.com/2010/06/15/el-metropolitano-en-barranco-%c2%bfel-progreso-llega-ya/
Para los barranquinos que estamos atentos al problema que causa el Metropolitano en nuestro distrito era previsible que estos accidentes ocurrieran. Por eso es que somos persistentes con nuestra demanda: que el Metropolitano pase por un subterráneo o se desvíe por donde estaba previsto. Las mallas solo afearán más el distrito y serán una clara demostración de la necedad del alcalde Castañeda y sus técnicos de pacotilla. Castañeda pasará a la historia como el destructor de Barranco.
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