jueves, 7 de agosto de 2008

RADIOHEAD - IN RAINBOWS

Holas... con el reciente lanzamiento del CD Greatest Hits de Radiohead, la EMI busca comenzar a sacarle el jugo a la relación que sostuvo con el quinteto liderado por Thom Yorke desde 1993. Si bien es cierto ya era hora que saliera un material recopilatorio - aunque hay quienes dicen que Radiohead es, como Pink Floyd, una banda a la que cualquier recopilación le queda chica - no debe ser motivo para pasar por alto la escucha de su última producción, IN RAINBOWS... este artículo está por aparecer en el próximo número de Freak Out! pero, a falta de posts nuevos, lo cuelgo aquí para quienes suelen visitar esta bitácora...
"EL ARCOIRIS DE UN ATORMENTADO
por Jorge Luis Tineo

“I’m a creep/I’m a weirdo/what a hell am I doing here?/I don’t belong here…” es, definitivamente, una de las frases que mejor representan el espíritu derrotado, autodestructivo, de nula autoestima que dominó los lánguidos, doloridos y distorsionados sonidos del rock inglés durante los 90s. Y además es la frase con la que cualquiera – fanático o no – asocia a Radiohead, una de las bandas más importantes de esa década. Hoy, 15 años después, Thom Yorke y compañía nos vuelven a sorprender con su séptimo álbum, In Rainbows, un disco extraño y a la vez familiar, una especie de resumen de lo grabado anteriormente y que, a pesar de su calidad como vehículo de expresión musical, tuvo que ser impulsado por una movida publicitaria que al principio parecía ser el único argumento de venta que ofrecían los de Oxford para esta nueva – y esperada - entrega. Aún es tema de debate si su poco convencional medio de distribución cambiará o no las bases de la industria discográfica pero, luego de escuchar el álbum, resulta simple y llanamente inevitable aceptar que el quinteto la hizo de nuevo.

PAGA LO QUE QUIERAS

La noticia alteró a la prensa musical desde el comienzo: Radiohead, uno de los grupos más exitosos y convincentes de los últimos tiempos estaba preparando un nada ortodoxo lanzamiento para su nueva producción discográfica. En un evidente acto de independencia artística y comercial, la banda anunció que sus 10 nuevas canciones – que ya había estado tocando en diversos festivales y giras desde inicios del 2005 - estarían disponibles como archivos digitales para ser bajados desde una página web (http://www.inrainbows.com/). Además, las personas que accedieran al comprimido podrían pagar lo que quisieran (“pay-what-you-will” o en español “lo que sea su voluntad”) con un cargo mínimo a la tarjeta de crédito de 45 centavos por cada transacción. Tras el término de su contrato de grabación con EMI – que culminó con el lanzamiento de Hail to the thief (2003), su sexto álbum – Radiohead quiso abandonar la formalidad impuesta por la industria discográfica y decidió abrir un espacio nuevo aprovechando las bondades y maldades de la Internet. Como dijo Yorke en una entrevista: “Todos los discos de la banda, y el mío como solista, han sido pirateados. Entonces la idea es: vamos a piratearlo nosotros mismos de una vez”.

Cansados casi desde el principio de su status de rockstars, los músicos retomaron su carrera tras un largo período alejados del ojo público iniciado en el 2004 y el anuncio fue tomado con algarabía por sus legiones de fans, ansiosos de escuchar de nuevo los lamentos – personales o políticos – del grupo liderado por el desaliñado Thom, que había decepcionado un poco con su esfuerzo como solista, The eraser, lanzado el 2006. Entre Oxford, Londres y New York, la banda compuso, grabó y mezcló los temas en un tiempo aproximado de dos años hasta su aparición en la Internet, el 10 de octubre de 2007 y en pocos días ya se habían bajado un promedio de 1.2 millones de copias en todo el mundo. Aunque no hubo cifras oficiales en ningún momento, algunos voceros de Radiohead comentaron que la gran mayoría de fans había pagado voluntariamente lo mismo que cuesta un CD en una tienda convencional. Además de eso, una encuesta londinense hecha a una muestra de 3,000 personas que habían adquirido la versión de In Rainbows online, arrojó que un tercio de ellas – osea 1,000 personas – no pagaron nada, mientras que el precio promedio fue 4 libras.

Este enfrentamiento directo con la industria musical formal fue algo premeditado. Más allá de las consecuencias reales que pueda tener en el desarrollo del music business, dominado por los apetitos cada vez mayores de las grandes disqueras, el experimento de Radiohead fue, además de una ligera demostración de inseguridad frente al impacto que pudiera haber tenido su álbum de ser lanzado en la manera tradicional, una sincera patada en el trasero a ese monstruo corporativo en el que se había convertido EMI, su sello discográfico de toda la vida: “Me cae bien la gente de nuestra disquera pero llega un momento en el que te tienes que preguntar porqué nos necesitamos el uno al otro… probablemente obtengamos cierto placer perverso de poder decirle “fuck you!” a este decadente modelo comercial”. A comienzos de diciembre del 2007, la banda lanzó a través de su website (http://www.radiohead.com/, más conocido como Dead Air Space) una edición limitada de In Rainbows: el paquete – llamado simplemente Discbox - incluía el álbum original de 10 canciones, un CD extra con 6 temas más, dos vinilos de 45rpm, un libro con fotos y letras de canciones, todo en una presentación de lujo. El Discbox vendió aproximadamente unas 60 mil copias y en la actualidad es imposible de encontrar.

Radiohead es una banda acostumbrada a marcar hitos dentro de la historia del rock en los últimos 20 años: en 1993 se erigió como vocera de todos los freaks enamorados y rechazados por la gente nice del mundo con Creep (su Smells Like Teen Spirit particular, sin lugar a dudas). Luego reinventó su sonido y revolucionó la escena con esa joyita de 1997 llamada OK Computer, alucinante cóctel de electrónica, progre, kraut y distorsión. Para el nuevo milenio le rompió el cerebro a propios y extraños con la dupla Kid A/Amnesiac batiendo records de ventas y hasta coqueteando con el jazz. Hoy tras casi dos décadas de camino, In Rainbows rompe los esquemas de la industria, se asegura una pre-venta elefantiásica antes de tocar un solo acorde y después, sueltos de huesos, lo lanzan al mercado en versión convencional, con una respuesta sólida por parte de sus seguidores que corrieron a las tiendas a buscar el CD aun cuando ya lo habían descargado online. No cabe duda que Yorke y sus muchachos tienen cada vez menos motivos para deprimirse. Y eso, musical y líricamente, se nota en las diez canciones del álbum.

IN RAINBOWS: EL REGRESO

Los colores del arcoiris de Radiohead aun no terminan de definirse en el imaginario grisáceo de su propuesta artística. A pesar de eso, desde los primeros sonidos de 15 Step – tema que abre el álbum – se percibe cierta luminosidad en las nuevas composiciones de la banda. La batería programada y las palmas – cortesía de un grupo de niños de la Escuela de Música y Artes Matrix de Oxford - le dan al tema un aire de juego, poco común en el quinteto. Las guitarras de Jonny Greenwood y Ed O’Brien suenan enigmáticas mientras los quejidos de Yorke se desplazan sobre una melodía plácida, de medio tiempo.

Inmediatamente después, Bodysnatchers corta el aire con un rock estilo garage y ciertos aires glam, una canción que el mismo Thom ha descrito como “un encuentro entre Wolfmother y Neu! haciendo algo de música hippie”. Y luego el clásico sonido de la banda se muestra en la viñeta que será, a la postre, la que servirá para identificar esta nueva aventura sonora de la banda: Nude. Aunque más light que otras veces, las letras del cantante muestran de nuevo su filo angustiado y depresivo: “So don’t get any bis ideas/they’re not gonna happen/you’ll g oto hell for what your dirty mind is thinking”. No en vano este tema pertenece originalmente al conjunto de canciones compuestas para el OK Computer.

El tiempo marcado por sonidos digitales en Weird Fishes/Arpeggi es otra muestra de lo que In Rainbows ofrece de “nuevo”. Si bien la banda ya había jugado con texturas electrónicas en otros álbumes, en este tema el ritmo algo acelerado hace contrapunto con las capas vocales de Yorke, que da esas notas sostenidas en falsete tan características de su sonido. All I Need es otro tema de sonido lánguido y dolorido, aunque una vez más, presenta ciertos toques que nos hacen pensar en un compositor más preocupado en metaforizar su sufrimiento en lugar de retratarlo con agónica crudeza: “You are all I need/ I’m in the middle of your picture/lying in the leaves”.

Para la segunda parte del CD Radiohead enchufa las guitarras y, sobre la base del potente bajo distorsionado de Colin Greenwood y la metronómica batería de Peter Selway, dispara un minuto de introducción instrumental – Faust Arp – para dar paso a Reckoner, el tema más fuerte de In Rainbows. El álbum cierra con tres canciones típicas del grupo: House Of Cards (una combinación alucinante de tranquilidad y confusión, de melancolía y desesperación), Jigsaw Falling Into Place (el primer single del disco, una especie de manifiesto acerca del lado oscuro del comportamiento) y cerrando, otro aspirante a clásico, Videotape. Según Yorke, la composición de esta última melodía fue una “agonía absoluta”.

La edición limitada denominada Discbox incluye un CD extra con 6 temas más: Down Is The New Up, Go Slowly, Last Flowers, Up On The Ladder, Bangers And Mash y Four Minute Warning. Todas ellas con la marca de registrada del sonido de la banda y del prolijo manejo de perillas de su sexto miembro: el productor Nigel Godrich. In Rainbows representa el retorno al primer plano de la escena mundial del rock de uno de los grupos más influyentes para las nuevas hornadas de rockers. Combinando sus fórmulas anteriores con unos sutiles toques de brillo, el arcoiris de Radiohead se levanta, para bien de sus fanáticos incondicionales, sobre una cómoda escala de grises."
http://www.youtube.com/watch?v=MzEWPI2Ttvo (Radiohead, In Rainbows, Bodysnatchers)
http://www.youtube.com/watch?v=ojn0LJc6uPg (Radiohead, In Rainbows, Nude)
http://www.youtube.com/watch?v=GoLJJRIWCLU&feature=related (Radiohead, In Rainbows, Jigsaw falling into place)

Hasta la próxima...

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