Hace diez años ya, un día como hoy, el mundo fue testigo del primer y más grande atentado contra la humanidad del siglo 21. Si en el siglo anterior las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki lanzadas por los EE.UU. confirmaron los extremos a los que podían llegar los seres humanos en su escalada hacia la violencia desatada indiscriminada para obtener triunfos políticos, los aviones que destruyeron el World Trade Center (ícono del desarrollo económico hoy desaparecido) pusieron sobre el tapete temas relacionados al extremismo religioso, los arreglos debajo de la mesa y las siempre recurrentes teorías conspirativas que se ciernen sobre la cabeza del país del Tío Sam. En el 2008 vi Zeitgeist, el documental de Peter Joseph que dedica su segundo segmento titulado All the world's a stage (poco más de media hora de largometraje) al análisis del terrible atentado del 11 de septiembre de 2011. Desde luego, aparecieron en el acto quienes consideraron este documental como absurdo, plagado de inexactitudes y etcétera. Hubo dos películas más (aun no las he podido ver) pero como la primera, carecen de difusión en el "mundo real" creado por la prensa digitada desde las altas esferas del poder político-económico, los medios de comunicación dedicados al entretenimiento barato y los mismos de siempre, interesados en que no nos cuestionemos nada. Yo creo que, más allá de que no todo lo que se diga aquí sea totalmente cierto, es necesario verlo y analizarlo para después sacar una conclusión propia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario