viernes, 20 de mayo de 2011

"NOSOTROS MATAMOS MENOS"


Hace un par de días, Jorge Trelles Montero (ex congresista y ex ministro de Educación de Alberto Fujimori) dijo esto en una entrevista con Beto Ortiz en Canal 5. De inmediato, la infame Keiko dijo “que no estaba de acuerdo” con esa declaración y lo destituyó de su “cargo” como vocero de Fuerza 2011, la actual fachada que utiliza el recluso dictador para sus intentos de regreso al poder. Pero más allá de este accionar que pretende tapar el sol con un dedo, está el sustrato que la frase de Trelles tiene, la verdad detrás de esas posturas inocentes que la miasma fujimontesinista ha tratado de vender en este proceso electoral. Si quieren recordar más a fondo quién es este señor, revisen este interesante artículo de Ronald Gamarra (http://es.scribd.com/doc/53899400/Quien-Es-Jorge-Trelles).

Pero quizás lo más preocupante de esta coyuntura sea la actitud de ese porcentaje de peruanos que aun persiste en considerar a Keiko Fujimori como “el mal menor” frente a algo que no les gusta: la llegada al poder de un personaje atípico en nuestra política, más que acostumbrada a ser maltratada por gente poco preparada, académica y moralmente, capaz de los peores latrocinios y las más abyectas actitudes con tal de favorecer a los suyos. Que un ex militar de nombre y rasgos andinos, que se presenta ante la población sin mucha rimbombancia y en actitud de cambio tras haber mostrado un perfil más bien agresivo y contra todo lo establecido parece enervar las pulsiones racistas, clasistas, irracionales y estúpidas más lamentables de un sector social identificado como cosmopolita, con mayor acceso a información y oportunidades de educación y de inserción en el sistema laboral.

Como dice el escritor de televisión y teatro Eduardo Adrianzén en un video propalado en youtube (cito de memoria): “¿Qué extraña anomalía psicosocial hace coincidir a la juventud, normalmente asociada a la rebeldía, a las artes, al pensamiento crítico con las barbaridades fascistas de gente como Martha Chávez, con la represión personificada en Juan Luis Cipriani o Rafael Rey, con la vulgaridad de los asesinatos extrajudiciales?”.

No tiene sentido. Mirar esa foto de todos estos fujimoristas reciclados, que respaldan a una mujer que no conforme con haber abandonado a su madre en un momento de definiciones, siendo mayor de edad y siendo joven (aunque ahora la misma Susana Higushi la apoye, después de todo sigue siendo su madre) para hacer el papel de Primera Dama que le permitió llevarse en carretas los millones de la Fundación por los Niños del Perú y las tremendas "propinas" que su tío Vladimiro Montesinos le daba mensualmente (10 mil dólares según obra en las declaraciones de la propia Keiko ante el Poder Judicial) da miedo, francamente. Si pudiera musicalizar esa foto en este blog, pondría Ave Satani, aquella terrorífica pieza vocal compuesta por Jerry Goldsmithz para el clásico del cine, La Profecía (1976).

La complascencia ante la muerte como herramienta política que Trelles demostró con esa frase es la misma que ocupa los pensamientos de todos los personajes de esa foto, que bien podría servir para portada de alguna versión satánica del Sgt. Pepper de los Beatles. ¿Tan bajo hemos caído que preferimos una dictadura asesina “de derecha”, conocida por todo lo que hizo en el período 1990-2000 a un gobierno de centro-izquierda que hace juramentos públicos en una de las universidades más representativas de América Latina del cual podemos tener dudas pero que es, esencialmente, una opción desconocida que merecería más respaldo a nivel limeño?

¿Acaso estas juventudes, que van entre los 18 y los 30 años no tienen quién les hable de la prensa basuralizada, de los vladivideos, de los services? Por otro lado una enorme población urbana que oscila entre los 30 y los 45 años, con buenos empleos, educación superior y que además ya tienen hijos, apoya tozudamente a Keiko Fujimori solo porque no son lo suficientemente inteligentes para dejar de lado sus posiciones vulgares, casi analfabetas, como puede notarse en los distintos medios virtuales que utilizan para atacar, insultar y humillar a quienes piensan diferente. Jaime de Althaus dijo hace unas noches que "las matanzas senseristas de los 90s fueron marginales"... ¿acaso no recuerdan las bombas en Tarata (Miraflores) o Canal 2? ¿no les aterra pensar, a alguno de esas parejitas cuarentonas que tienen camionetas, blackberries y hacen sus compras mensuales en Wong y Metro, que en dos o tres años más sus hijas estudiantes podrían ser violadas o descuartizadas por pensar que la justicia social es una de las tareas pendientes del gobierno y que subir impuestos a las mineras es necesario para conseguirla?

Hasta antes de escuchar a Jorge Trelles, ideólogo de la muerte fujimontesinista, pensaba seriamente en viciar mi voto. Después de escucharlo ya no tengo dudas, votaré por Ollanta Humala, tal y como lo van a hacer millones de personas entre las cuales están varias de las personalidades peruanas cultas, sensibles y decentes más admiradas a nivel mundial. No quiero que me gobiernen personas que se vanaglorian por haber “matado menos”. Si acaso lo hicieron deberían sentirse mal y pedir disculpas una y mil veces al Perú y en específico a los familiares de esos muertos. La declaración de Jorge Trelles (que es, a mi juicio, la verdadera línea de pensamiento de todos los que militan, simpatizan y votan por Fuerza 2011) es la demostración de que no les importa en absoluto guardar el más mínimo respeto por las familias que destruyeron.

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