jueves, 12 de noviembre de 2009

EL MURO DE BERLÍN


La caída del Muro de Berlín fue uno de los acontecimientos más importantes del siglo 20... demás está decir que no constituyó definitivamente la desaparición de la injusticia ni que el orden mundial realmente sea considerado un orden, si no ahí tenemos el descalabro financiero del poder hegemónico de los EE.UU. (los grandes beneficiados tras la desintegración de la URSS, la caída de la Cortina de Hierro y el desplome de los regímenes socialistas en Europa), pero definitivamente fue un hecho simbólico que terminó con una de las tantas barreras humanas instaladas para separar al hermano del hermano, parafraseando una décima de nuestro inmenso Nicomedes...

Es cierto que aun quedan varios muros que traerse abajo pero es inevitable recordar con algarabía aquellas imágenes que llenaron nuestras pupilas adolescentes de cientos de alemanes de uno y otro lado, subiéndose al muro y destruyéndolo a punta de martillos, picos y combas... hoy, esos fragmentos de piedra fría han sido repartidos por el mundo entero como souvenir (yo he tenido uno en las manos) y aunque Alemania aun sufre las consecuencias de esos 28 años de separación y la tan ansiada integración apenas se refleja en las últimas selecciones de football mientras los niveles de desempleo son altos todavía, el mundo ha celebrado el vigésimo aniversario de la caída del muro con sincera alegría y abriendo también paso a una sana reflexión sobre lo que realmente significó.

Y como en esta bitácora todo termina con música, permítanme celebrar tal y como se hizo ocho meses después de aquel histórico 9 de noviembre: el 21 de julio de 1990 Roger Waters reunió a una constelación de estrellas del rock para tocar íntegramente su obra maestra The Wall, que grabara originalmente con Pink Floyd en 1979. Entre los invitados estuvieron Scorpions, Ute Lemper, Bryan Adams, Cindy Lauper, The Band, Sinead O'Connor, Joni Mitchell, Van Morrison, entre otros. Los dejo con uno de los momentos climáticos del concierto, la canción The trial, al final de la cual el muro de ladrillos blancos que se levanta durante todo el show, cae ante el asombro del público alemán. El simbolismo es obvio...





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