Haciéndonos ligeramente a un lado de la coyuntura política, les paso esta colaboración de un amigo habitual del blog, Ricardo González Vigil. En esta ocasión nos demuestra su admiración por Pedro Almodóvar - lo cual demuestra la pluralidad del blogger, que no admira tanto al director español - con una interesante reseña acerca de uno de sus últimos filmes, La Mala Educación...
"La mala educación
por Alfonso González Vigil
por Alfonso González Vigil
A todos los lectores del buen blog “Quiero hablar” los invito mediante la siguiente reseña cinematográfica, ver la película de Pedro Almodóvar La mala educación. Dicha cinta cumplió en el presente 2008, 4 años de haber sido estrenada.
La mala educación ofrece un universo de ficción, el cual explota y une lo “autobiográfico” y lo melodramático. La historia narra las correrías de dos amigos de la infancia, Ignacio (Gael García Bernal) y Enrique (Fele Martínez), quienes se reencuentran después de muchos años, cuando uno de ellos está convertido en cineasta exitoso y el otro en un actor aspirante “al papel de su vida”. Dicha relación resultaba intensa: descubrieron el amor, los placeres del cine y el miedo hacia la educación represiva y castrante del colegio en el que estudiaron.
En el relato participa el personaje faltante que forma un triángulo amoroso, el padre Manolo (Daniel Giménez Cacho), director del centro de estudios y profesor de literatura, testigo privilegiado del vínculo Ignacio-Enrique. El reencuentro de los tres personajes planteará un futuro no muy alentador para todos, originará cambios, algunos irremediables como la muerte.
El complejo guión establece un marco histórico, alternando los abusos y caretas de la década de los sesenta con la exaltación de libertad del primer lustro de los ochenta. El director manchego se las ingenia para mostrarnos un filme sugerente: diferenciación en formato de encuadre (el pasado con formato cerrado y el presente con vistas panorámicas), además de sus sellos personales en el tratamiento visual, los colores saturados en los ochenta y los tonos opacos en las inmediaciones y situaciones del colegio). La dirección de actores imprime solvencia subrayando las miradas y los gestos -cálidos o desconcertantes según el momento- con una dupla sólida de protagonistas; destaca Gael García Bernal, el cual interpreta con camaleónico magnetismo, toque de sensualidad y conmovedor registro al supuesto Ignacio y la bomba sexy Zahara.
Otro punto a su favor recae en el diseño del personaje del padre Manolo, culpable por una pasión prohibida que lo vuelve pederasta, e inocente y perjudicado por las extorsiones de Ignacio, el aprovechamiento del hermano menor de éste y la tortuosa fijación por menores que lo aprisiona y condena. La irrupción del “cine negro” en la trama aunque inesperada, compone un giro provocador que, en nuestro caso, sintoniza con el artificio que manifestó hasta hace once años atrás (cuando ya tenía entre manos este proyecto) en Kika y cuya cumbre era La ley del deseo.
Almodóvar, cineasta que en línea ascendente venía brindándonos cintas perturbadoras y fascinantes, consigue interesarnos con La mala educación, relato de expiación, doble moral y de ambivalentes pasiones. Quizá le objetamos la presencia de algunos personajes secundarios prescindibles, imponiéndose únicamente el travesti encarnado por Javier Cámara (y ello por sus cualidades actorales, no por el personaje en sí); y la musicalización de algunas escenas cuya carga emotiva podía sostener por si sola la acción.
Almodóvar asegura que no es un ajuste de cuentas: “Si hubiera querido vengarme no habría esperado cuarenta años para hacerlo. La iglesia no me interesa, ni como adversaria”. Le tomamos la palabra. Probablemente sólo queda resignarse y mirar al pasado con cierta nostalgia y reflexión, al igual que el afectado Enrique."
Con mucha más razón, te agradezco Jorge Luis que en nombre de la pluralidad hayas aceptado publicar un texto acerca de un realizador con el que no sintonizas mucho.
ResponderEliminarGracias y mis felicitaciones por el blog que lo encuentro más atractivo conforme pasa el tiempo.
Saludos de Ricardo Alfonso.
Hola Ricardo... gracias a ti por los comentarios y las colaboraciones... no seremos el útero de nadie ni andaremos buscando novias, pero hay gente que nos lee de vez en cuando... eso es más de lo que yo esperaba al empezar con este blog... saludos...
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