viernes, 24 de febrero de 2012

¿LA SOCIEDAD CIVIL ES REALMENTE ESCUCHADA POR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?


A menudo vemos en los principales medios masivos entrevistas a personas que, en nombre de sectores minoritarios de la sociedad, realizan sus reclamos "aprovechando las cámaras" de los inaccesibles líderes de opinión quienes les hacen el inmenso favor de recoger sus denuncias para así lavarse la cara y aparentar que cumplen con su rol de apoyo a los menos favorecidos. Pero en realidad todo tiene que ver con un universo de intereses, lobbies y amistades que son los elementos que hacen realidad la ansiada cobertura para que las autoridades "respondan al llamado" hecho desde un canal, una estación de radio o una revista.

Si una junta vecinal o asociación civil busca comunicarse con un noticiero matutino, un reportero de prensa o alguna otra persona relacionada a los medios de comunicación convencionales, termina por darse cuenta que acercarse a ellos o llamar su atención es tan difícil como solicitar una audiencia con el Presidente de la República o conseguir una mirada de Bono rumbo al Cusco. Salvo que esa junta vecinal o asociación civil lleguen a los portones del medio de su preferencia, de la mano de algún padrino: alguien que trabaje dentro, un político interesado en hacer suya la denuncia (para fines políticos, personales o las dos cosas) o que el caso sea extremadamente dramático como para asegurar unos buenos minutos de rating.

Por eso me nace la pregunta que da título a este post. Y la respuesta es no. No es tan cierto que cualquiera puede acercarse a un canal, a una revista o a un periódico con sus genuinas preocupaciones, muchas veces referidas a situaciones cotidianas que nada tienen que ver con la Marca Perú, los niveles de crecimiento macro o los indicadores Dow Jones y ser atendidos de manera cordial y abierta. Y tampoco es que deba ser de inmediato pues efectivamente, toda área de prensa que se respete se tomará un tiempo comprensible y prudente para verificar, cruzar información, tomar conocimiento del caso y ver si realmente merece exponerse sin riesgo de caer en equivocaciones o desinformaciones tendenciosas, que también las hay.

El asunto es que los filtros que utilizan estos medios grandes tampoco tiene que ver con el espíritu de apoyo a la sociedad civil, de dar voz a quienes no la tienen, de buscar espacios y soluciones a los problemas de la gente. Si llega una asociación civil formada por vecinos de a pie, sin respaldo de alguna ONG conocida o de algún partido político, la solicitud pasa de la mesa de partes a la papelera de reciclaje en cuestión de minutos. Si alguien denuncia maltrato por discriminación, injusticia laboral, abuso de autoridad, etc., si en medio de eso no está involucrado un nombre (a veces solo se necesita eso, un nombre) de una figura pública, farandulera, deportiva, política o de algún medio de la competencia, el pedido de cobertura será totalmente ignorado. Y salvo que se trate de casos que aseguren impacto mediático incuestionable es poco probable que casos anónimos sean tomados en cuenta. Es como cuando disfrazan un desfile de lencería barata de obra social, anunciando que los fondos recaudados irán a los colegios pobres de Apurímac o algo así.

Pero eso no es todo. También ocurre que ciertos columnistas, acostumbrados a pontificar sobre cualquier tema desde sus mullidos escritorios y parapetados en el papel couche de una revista política de gran lectoría, decide "bajarle la llanta" a una manifestación ciudadana ajena a estas correrías por el poder político y económico que son tan comunes en los distritos de Lima y desprestigiar una publicación sencilla y directa porque asume y sospecha que proviene de uno de sus blancos de crítica recurrentes.

Me refiero al Ing. Luis E. Lama, columnista de Caretas quien decidió denostar e insultar un volante producido por una asociación vecinal barranquina (con mucho esfuerzo y dedicación, sin financiamientos grandes), como herramienta de convocatoria a una actividad en defensa del Parque Confraternidad (que reseñé aquí hace unos días), porque le pareció "de analfabetos" y hace una serie de cuestionamientos, todos fuera de lugar, a los contenidos de dicho volante informativo. Desde hace años, esta asociación de vecinos barranquinos ha tratado de hacer llegar sus argumentos a diferentes líderes y lideresas de opinión para que sean puestos a consideración del público en general y las autoridades. Correos electrónicos, llamadas telefónicas y cartas de presentación a diferentes redacciones pero la respuesta es siempre la misma: el silencio y las semanas que se pasan sin poder recibir atención del "cuarto poder". Mientras tanto, los problemas en el distrito se suceden unos a otros y salvo cierta presencia en algunos blogs y redes sociales, nadie se entera de las manifestaciones de la comunidad huérfana de padrinos. Pero apenas esa comunidad lanza un volante, viene el gran columnista de Caretas y lo reduce a la categoría de "pataleta ignorante"

Lo curioso es que a este señor se ha referido varias veces a este tema en tonos distintos y hasta opuestos: primero apoyando la existencia del MAC y luego criticando algunos aspectos legales y técnicos de su concesión y construcción, los cuales fueron también reseñados en esta bitácora. Sin embargo ahora retrocede y vuelve a decir que el famoso MAC sí es provechoso para el distrito y pone como ejemplo los beneficios que ha traido a la ciudad española de Bilbao el Museo de Arte Contemporáneo Guggenheim, lo cual induce a una comparación delirante, por no decir otra cosa.

Sugerir que unas cuantas planchas de mapresa prefabricada, sostenidas por fierros negros ("minimalismo lineal" sería un buen eufemismo para eso) puede ser puesto en la misma lista de museos que el imponente complejo arquitectónico del mencionado museo español (verlo aquí) grafica la cortedad del comentario vertido por el señor Lama y opera en contra de un esfuerzo colectivo de vecinos que, sin apoyo de ninguna empresa importante, líder de opinión, partido político o amigos influyentes, busca concientizar a la sociedad civil con relación a un atropello contra un espacio público. Quizás se trate de un tema demasiado local, demasiado pequeño para la "gran prensa". Eso se puede aceptar como razón para dejarlo de lado. Lo que no se puede aceptar es que desde la estéril columna de una revista se intente pulverizar una acción vecinal y cívica que merece mayor respeto.




Este es el volante que el Ing. Luis E. Lama desprestigia en Caretas. Se trata de un ataque desproporcionado a un esfuerzo ciudadano por informar sobre aquellas cosas que la "gran prensa" se niega a cubrir.

domingo, 19 de febrero de 2012

TOP 5 DE WHITNEY HOUSTON (y un "homenaje" a BOBBY BROWN)


Ayer estuve viendo la transmisión de los funerales de Whitney Houston y no pude evitar mencionarla en este blog, que a veces tiene mucho de musical. Whitney Houston fue la iniciadora de toda esa generación de cantantes de raíces gospel, soul y R&B que hoy produce desde bodrios publicitarios como Rihanna y Beyonce hasta notables intérpretes como Amy Winehouse (también desaparecida) y Adele. En el camino, la Houston marcó la pauta para otras prodigiosas voces como Mariah Carey, Mary J. Blige y un largo etcétera, a menudo opacado por las bombardas de las descendientes de Madonna (desde Britney Spears hasta Lady Gaga, todos los nombres que se les ocurran).

En un primer momento pensé no publicar nada sobre Whitney Houston pero es inevitable aceptar que se trató de una de las estrellas más refrescantes de la música norteamericana a mediados de los 80s. Pero no voy a ahondar en lugares comunes ya descritos y copiados-pegados por otros. Simplemente voy a dejar constancia de aquellas canciones que conforman en bloque, su legado. Y discúlpenme pero en este ranking personal no encontrarán la consabida y repetidísima I will always love you porque si bien es cierto se trató de un megaéxito para la industria musical y cinematográfica, no fue su mejor canción. De hecho fue un cover de un tema originalmente grabado por la estrella country Dolly Parton en 1974. La sobre exposición que tuvo la versión de Whitney Houston la convirtió en la única de sus grabaciones que se difundía por la radio y eso tergiversa y limita la apreciación que se debe tener de la potente y a la vez, tierna voz que tuvo.


1.- ALL AT ONCE


2.- SAVING ALL MY LOVE FOR YOU


3.- GREATEST LOVE OF ALL


4.- SO EMOTIONAL


5.- WHERE DO BROKEN HEARTS GO?


Al final, una canción que Frank Zappa compuso en 1979, sin duda pensando en otra persona pero que coincide en nombre y en descripción de este engendro de la industria musical comercializada de los EE.UU. llamado Bobby Brown que para muchos es (y en esto me incluyo), el culpable de las adicciones y la debacle mental y física que produjeron la muerte de tan talentosa cantante.

6.- BOBBY BOWN GOES DOWN (la historia jamás contada del ex cantante de New Edition)

viernes, 17 de febrero de 2012

MARCHA CIUDADANA EN BARRANCO: NO AL MAC


¿Qué es "el MAC"? pues un acrónimo para "Museo de Arte Contemporáneo", el ingenioso eufemismo con el cual las autoridades del municipio de Barranco y ambiciosos empresarios constructores denominan un atropello más contra el patrimonio del distrito más emblemático de nuestra capital. El nombre del museo de marras es creación del Instituto de Arte Contemporáneo, promotor de esta obra iniciada el año 2002, sobre las ruinas de lo que fue el Centro Cívico y Cultural Manuel Beltroy Vera. Este lugar, ubicado en el Parque Confraternidad, otrora espacio público de notable belleza y significado histórico está a punto de ser cedido para la construcción del supuesto museo, en condiciones inexplicablemente beneficiosas para los actuales "concesionarios" (decir que van a pagar el irrisorio alquiler de S/. 2,000 al año por el uso de un terreno de aproximadamente 15 mil metros cuadrados es francamente suprarealista).

La noche de ayer, jueves 16 de febrero, cientos de vecinos se concentraron en el Parque Municipal para expresar su opinión acerca de este negociado que busca despojar a la comunidad barranquina del famoso parque, también conocido como La Lagunita, utilizando argucias legales, ampliando plazos de entrega de obras y firmando "addendas" para ir legitimando el latrocinio. El supuesto museo no tiene cuando ser terminado, a pesar de que su construcción se inició hace exactamente diez años. Sin embargo, la constructora y la municipalidad han firmado un acta en la cual aceptan, con el sospechoso refrendo de una conocida notaría que "las obras ya se encuentran culminadas y habilitadas" a pesar de que actualmente no es más que una colección mal ensamblada de fierros y paneles prefabricados y polvorientos, a la vista de cualquier persona que intente visitar sus instalaciones. El reconocido columnista Luis E. Lama de Caretas ha reseñado con lujo de detalles legales y técnicos esta situación y aun así, el tema no ha sido acogido por la "gran prensa" (ver enlace de Caretas aquí).

La concentración fue convocada hace unas semanas por las agrupaciones civiles Salvemos Barranco, Decisión Ciudadana y diversas Juntas Vecinales a través de sus redes sociales y la convocatoria fue tan exitosa que terminó en una pacífica, ordenada y festiva marcha que concluyó en el mismo Parque Confraternidad, al ritmo de una banda escolar que daba fondo a las consignas dirigidas principalmente a la alcaldesa Jessica Vargas, para que asuma de una vez por todas su rol como representante del pueblo del distrito e impida, junto con sus regidores, que se concrete este despropósito que solo beneficia a terceros, totalmente desconectados de la verdadera difusión cultural, hecho que se demuestra por sus claras intenciones de convertir el parque en un "centro de convenciones" que terminará alquilándose para cualquier cosa y no para exposiciones de arte contemporáneo. Por lo pronto, ya fue utilizado por la actual alcaldesa para celebrar el Día del Pisco Sour, de espaldas al sentir de sus vecinos que exigen su recuperación como área verde y espacio público.


Barranco se caracteriza por ser un distrito pequeño, de naturaleza arquitectónica monumental y de ambiente sumamente cálido y familiar. Todos se conocen, todos se reconocen a través de los años y comparten las historias de su pasado con sus hijos y nietos. Por eso no sorprende ver que, junto a los líderes vecinales y dirigentes (que dejaron a un lado sus habituales diferencias para confluir en la defensa del parque), marchen parejas de la tercera edad, adultos, adolescentes, niños y niñas. Porque algún distraído o malintencionado podría decir que "no conocen lo que defienden" pero sería una mentira pues las familias que viven en Barranco desde hace dos o tres generaciones y que tuvieron la fortuna de caminar por la lagunita, disfrutar del aire fresco, visitar el zoológico y tomarse fotos en este bucólico rincón urbano, transmiten esa información a sus hijos.


Así se perpetúa la tradición, así se mantiene la cultura viva, esa que les importa poco a los adalides de la "modernidad" alcanzada a costa de la depredación, la demolición y la compra-venta de todo lo que se interponga a la realización de sus novedosas obras de "concreto despersonalizado" como bien las llama el destacado pintor y muralista Herbert Rodríguez, uno de los íconos de nuestra reducida pero resistente contracultura, quien también apoyó la marcha y que viene expresando interesantes puntos de vista acerca de este tema en su blog Controversiarte. Curiosamente, en el Parque Municipal se está exponiendo la obra de otro gran artista peruano y barranquino, el escultor y pintor Víctor Delfín, bajo el auspicio de la misma gestión que no detiene de manera concluyente la venta del Parque Confraternidad a los promotores del MAC. ¿Qué opinará don Víctor Delfín, a quien siempre hemos asociado con la defensa democrática, la diversidad cultural y la sociedad de este tema tan espinoso? Nos gustaría saberlo.


En el sexto de sus ensayos para la interpretación de la realidad nacional, don José Carlos Mariátegui se refiere al problema de Lima en los siguientes términos: "El espectáculo del desarrollo de Lima en los últimos años, mueve a nuestra impresionista gente limeña a previsiones de delirante optimismo sobre el futuro cercano de la capital. Los barrios nuevos, las avenidas de asfalto, recorridas en automóvil, a sesenta u ochenta kilómetros, persuaden fácilmente a un limeño - bajo su epidérmico y risueño escepticismo, el limeño es mucho menos incrédulo de lo que parece - de que Lima sigue a prisa el camino de Buenos Aires o Río de Janeiro". Este breve párrafo del Amauta podríamos también asociarlo al desmedido e interesado afán del limeño actual por convencer, desde la clase dirigente político-empresarial, a la ciudadanía de que levantar construcciones anti-técnicas pasando por encima del patrimonio cultural es sinónimo de "progreso" y que oponerse a ello lo es de "retraso" o peor aun, de "comunismo desfasado". Ni lo uno ni lo otro. Bienvenido el progreso pero respetando los espacios públicos y no utilizando un dudoso interés cultural como pantalla para cerrar negocios que en nada benefician a los habitantes del distrito.


Esta es una breve historia de cómo fue el Parque Confraternidad, conocido como "La Lagunita"...



... y esto lo que le hicieron para convertirla en una obra inconclusa, donde se realizan eventos culturalmente irrelevantes.

martes, 14 de febrero de 2012

LA MASACRE DE SAN VALENTÍN


No hay ninguna relación histórica real que conecte el 14 de febrero con el día del amor. Existen 3 mártires católicos llamados Valentín y hasta hoy se discute a cuál de los tres pertenece el mencionado día. El iniciador de esta asociación de ideas fue el escritor inglés Geoffrey Chaucer (1343-1400), conocido como el Padre de las Letras Británicas, quien canta en algunos poemas acerca del intercambio de cartas amorosas en esa fecha específica. Esto devino en las notas románticas escritas a mano, tan populares en la era victoriana, que empezaron a denominarse "valentinos". Luego vino la industrialización, las notas a mano se transformaron en e-cards y el 14 de febrero se convirtió en una fecha más del calendario comercial y mediático que es capaz de ofrecer desde matrimonios masivos al pie del malecón hasta habitaciones de hotel con adminículos sadomasoquistas. Si San Valentín pudiera ver el descalabro que hoy es el famoso Día del Amor y de la Amistad, en nombre del cual se atraviesa de lado a lado la otrora sublimación del amor y el deseo en su más pura y romántica acepción, le pediría a Cupido que cambiara el arco y la flecha por un fusil AKM y organizaría una masiva masacre. Como la del 14 de febrero de 1929.

Aquel martes, como hoy, dos sicarios contratados por Al Capone asesinarona balazos a siete importantes mafiosos de la pandilla rival, la de los irlandeses dirigidos por George "Bugs" Moran en un viejo garage abandonado al norte de Chicago, la ciudad que estaba tomada por las luchas entre gangsters en la era de la prohibición. La masacre del Día de San Valentín se convirtió en el punto de partida para la caída del famoso delincuente italiano y ha sido utilizada como tema de fondo en múltiples manifestaciones de la cultura popular. Desde películas como Caracortada o Los Intocables hasta la portada de un álbum recopilatorio de Alice Cooper, lanzado en 1974. O en uno de los capítulos de la serie policial Bones, en el que la pareja protagonista deciden celebrar St. Valentine's Day recordando dicha masacre, en una muestra del abierto cinismo con el que los investigadores toman la modernidad del "día de los enamorados", actualmente tan tergiversada y poblada de superficialidad, tal y como ocurre como otras fechas convertidas en feriados y locuras publicitarias como la Navidad, la Semana Santa o el Día del Pisco Sour.

Pero no me malinterpreten, no estoy haciendo apología de la violencia ni invocando a una matanza masiva en virtud de esta fiesta de cursilería y falsedad que muchos celebran hoy. Mi alegórico reclamo tiene que ver con la grosera desnaturalización de esta fecha en la que se realzaba uno de los sentimientos más profundos y desvalorizados de la actualidad. De la admiración por aquellas parejas que han llevado a buen puerto sus relaciones gracias al amor, la confianza o la tolerancia y el respeto por quienes consideran que las relaciones amorosas deben seguir perteneciendo a la vida privada-íntima de cada uno, hemos pasado a esta glorificación de lo banal, a este desmadre de relaciones pasajeras basadas única y exclusivamente en aquello que se puede comprar, a este desfile de modas sin substancia, a este festín de huachaferías y vulgaridades que no tienen absolutamente nada que ver con el verdadero sentido de una celebración como esta. San Valentín, como indica su nombre, es un santo católico y Cupido es un hijo de dioses, sin embargo las formas en que hoy se "celebra" este día no tiene nada de espiritual ni siquiera de romántico. Por otro lado, resulta irritante ver cómo el día de los enamorados es levantado como bandera identificatoria por parejas ocasionales que hoy intercambian peluches y bombones en los programas de la telebasura y dentro de poco tiempo serán titular por su separación, si es posible con balazos de por medio, tras tres meses de "tórrido romance".

Ciertamente no va a producirse una masacre de San Valentín hoy, martes 14 de febrero del 2012. Pero luego de ver todas estas ofertas, reportajes e historias que apelan, como ocurre todos los demás días del año, a las pulsiones animalescas más primarias del ser humano y que reducen la capacidad de entender qué es realmente estar enamorado de alguien, lo que me queda por concluir es que ese coctel mortal de publicidad-consumismo-farándula-ignorancia ha terminado masacrando la idea del Día de San Valentín. Por lo menos la que yo tenía. Hubo una época en la que yo creía en esta celebración, la esperaba y la pasaba con ilusión. Incluso llegué a decirme a mí mismo (en un afán por negar la realidad de aquel momento) que así estuviese solo, era mi día también "porque yo estaba enamorado". Tampoco es verdad. Hoy es el día de los enamorados correspondidos y quienes no reciben el feedback pues tampoco deberían celebrar nada. El problema es que hay muchas parejas felices por fuera pero que pasada la noche de hoy se envolverán nuevamente en el silencio, la mueca fingida y la pose para la foto en el facebook. Por eso exhibo mi abierto cinismo frente a esta fecha comercializada hasta la estupidez y me declaro abstraído de todo su significado actual. Porque aun estando enamorado de alguien, me parece que no tiene ningún sentido necesitar de una fecha para reforzar un estado emocional que se supone debe ser permanente.

Con respecto a lo del "día de la amistad", pues también se ha concretado la masacre, a manos de toda esta parafernalia mediática que parece no tener límites en cuanto a su capacidad de contaminación de todo. Según la forma en que yo lo veo, los medios y los que se enriquecen con las ventas se han encargado tanto de que la gente asocie el "día de los enamorados" con la necesidad obligatoria de tener alguien con quien salir de la mano a caminar o con quien alquilar una habitación de hotel, eso del "día de la amistad" me suena a premio consuelo para quienes no tienen a quién arrimarse o a quién regalarle el combo de Rosatel y eso es indigno para el concepto mismo de amistad. En lo que a mí respecta, valoro lo suficiente a mis amigas y amigos como para tratarlos de esa forma. La amistad no es un premio consuelo. Y el amor no es cuánto se gastó en el regalo. En ese sentido el San Valentín que conocí en mi primera adultez ha sido cruelmente masacrado.

miércoles, 8 de febrero de 2012

DESCANSA EN PAZ LUIS ALBERTO SPINETTA


La música está de luto hoy. La poesía también. Luis Alberto Spinetta nos hizo creer, cada vez que lo escuchábamos cantar y tocar la guitarra, que era una especie de ser ultraterreno, ingrávido y luminoso capaz de crear belleza desde cualquier género que decidiera acometer: podía ser una trovadoresca melodía tipo Muchacha ojos de papel, un blues pesado como en Post-crucifixión, un aquelarre progresivo como en Perdonado (niño condenado) o un sutil arreglo jazzero como en Cisne, el resultado siempre fue el mismo: "El Flaco" no era un ser humano, era un espíritu musical superior atrapado en un estuche antropomórfico. Sin embargo, esa maldita enfermedad llamada cáncer nos devolvió a la realidad. Luis Alberto era también mortal. Y aunque luchó, su frágil contextura no pudo más y decidió abandonarse al éter que lo recibe hoy con la expectativa de que allá hará también volar las mentes con esos sonidos inspirados, con esos fraseos virtuosos, con esas letras inteligentes. Spinetta ahora descansa en paz y quienes lo lloran, sus familiares y sus seguidores, la tratan de encontrar en sus canciones, las verdaderas causas de su inmortalidad.



Los titulares de la prensa peruana, plagados de inmediatez y falta de comprensión con respecto a la dimensión de este artista argentino, comentan la partida de un ícono del rock en español. Las radios, a través de sus páginas web, publican las fotos de mejor resolución e intentan ponerse a tono con la noticia, cuando en sus conciencias debería pesar el hecho de que jamás difundieron ni una sola nota del genial compositor. Aquellos programadores mercenarios e ignorantes que creen que el rock en español es solo Soda Stereo, El Tri, Hombres G y Charly García de 1985 a 1989 tendrían que permanecer en silencio. En todo caso, en lugar de llenar sus micrófonos y sus websites con información fría, dura y pasajera, deberían dedicar un día entero a homenajear a Luis Alberto Spinetta, creador en inacabable evolución que ha dejado como legado una extensa y diversa discografía profundamente desconocida para las masas que escuchan las radios convencionales en nuestro medio.



Spinetta, más que un importante representante del rock en nuestro idioma, fue el único rockero hispano hablante que consiguió realizar producciones discográficas capaces de competir en calidad, virtuosismo y capacidad de emocionar al público melómano con los actos más respetados del rock mundial, algo que ni siquiera consiguió la banda liderada por Gustavo Cerati, quien lo admiraba profundamente. Si uno escucha atentamente álbumes como Artaud de 1973, El jardín de los presentes de 1976, Alma de diamante de 1980 o Para los árboles del 2003, solo por mencionar unos cuantos, puede obviarse completamente el hecho de que se trate de una banda de argentinos para simplemente considerarlos uno de los mejores momentos del rock en toda su existencia.



Y así como era universal, el respetado flaco era íntimamente argentino. Y eso se nota en el duelo general, en las primeras portadas de los principales diarios, en el sentir popular que lo llora como lloraron a Atahualpa, a Mercedes, a Facundo. Su música no tenía límites impuestos por su nacionalidad o por su idioma (como sí le ocurre a otros rockeros latinos), pero su argentinidad era transversal a todo lo que hacía. No solo la música y la poesía están de luto. Está de luto también Argentina quien pierde, con la muerte de Luis Alberto Spinetta, a uno de sus principales embajadores musicales a nivel mundial. Por lo general, el resto de países latinoamericanos solemos renegar del ego monumental, el exacerbado orgullo y las atorrantadas de los argentinos. Pero cuando nos ponemos a pensar en artistas de la talla de Spinetta uno los comprende y hasta una sana envidia asoma, envidia de que en nuestro medio no tengamos un artista que nos haga justificar el sentirnos superiores a otros países. O de preferir la miasma de la popularidad y la inmediatez al reconocimiento de nuestros verdaderos talentos que, salvo algunas excepciones motivadas por algún "boom" mediático y breve, siempre terminan en la sombra, para el consumo de las minorías entendidas.



La influencia que ha tenido durante su prolífica carrera fue ignorada siempre por los medios convencionales. La única vez que vino a tocar a Lima (obviando desde luego, su mítica visita frente a su primera banda Almendra, para participar en el desaparecido Festival de Ancón, allá por 1969), nadie se dio cuenta y quienes tuvieron la oportunidad de verlo en vivo atesoran hasta hoy ese momento como algo mágico, irrepetible. Fundador de bandas fundamentales para el desarrollo de la música popular latinoamericana como Almendra (1968-1970), Pescado Rabioso (1971-1973), Invisible (1974-1976), Spinetta Jade (1980-1984) y Los Socios del Desierto (1996-1999) y creador de una inexplorada discografía como solista en los años siguientes, Spinetta se dio el lujo de llenar el Estadio de Vélez Sarsfield con 45 mil personas con un espectáculo denominado Las Bandas Eternas, una especie de regalo a su país, con motivo de su cumpleaños número 60 en el que reunió, durante un concierto de seis horas (documentado en CD y DVD), a todos los músicos con los que alternó en aquellos míticos vehículos creativos, cada uno poseedor de una personalidad propia, 100% genuina y libre de cualquier presión generada desde las tendencias prefabricadas o los últimos gritos de la moda. Un artista a carta cabal, un músico de primera, un poeta único ha dejado este mundo de cromo.

Q.E.P.D. Luis Alberto Spinetta...

jueves, 2 de febrero de 2012

THE ELTON JOHN BAND: CELEBRANDO EL VERDADERO ESPÍRITU DEL ROCK AND ROLL


Quizás la lección más importante que nos dejó el impresionante concierto que Elton John ofreció la noche del miércoles 1 de febrero en Lima esté relacionada con la lealtad y el compañerismo. Cuando lo vi derrochando energía e intensidad al lado de sus eternos socios musicales, intercambiando miradas de complicidad, sonrisas de satisfacción y expresiones de asombro frente a un público nuevo, que escuchaba por primera vez en vivo y en directo aquellas canciones que ellos han tocado cientos de miles de veces en más de 40 años de exitosa carrera musical, me imaginé que esta banda conserva aun, como pocas, el espíritu de lo que fue el rock en los 70s: la mística de vivir en comunidad con tus compañeros de grupo, la confirmación de que, más allá de las vueltas que da la vida, los excesos y las veleidades de la fama, tu banda es tu familia. Y Elton John nos dejó eso más que claro: frente a la debilidad de los grupos modernos que se juntan con el único propósito de lograr un par de éxitos de ventas millonarias para después largarse a ser solistas, actores de Hollywood o modelos de catálogo, The Elton John Band nos dio una clase maestra de pop rock puro y virtuoso, extraído de la mejor época de este apasionante género musical.



Desde las primeras notas de Saturday night's alright (for fighting) el extraordinario pianista se encargó de desterrar cualquier prejuicio que algunos descreídos pudieran haber albergado con relación a sus registros actuales. Después de todo, era más fácil pensar en un concierto del año 2012 de Elton John como un evento pausado, de ritmo lento pues los años le habrían exigido mayores moderaciones. Nada de eso. El frenético ritmo de este clásico de los 70s sacudió el Estadio Nacional y dio las primeras clarinadas de lo que sería un imparable recital de dos horas y media de duración. La segunda, I'm still standing no le bajó a las revoluciones y sirvió para dar pie a un repertorio cuidadosamente escogido que recorrió las múltiples facetas de este verdadero ícono del rock mundial. Siguieron un manojo de temas solo para conocedores: Levon, Madman across the water, Holiday Inn y My father's gun fueron atentamente escuchados por la comunidad melómana, que aplaudía a rabiar, agradecida. La extraordinaria versión de Rocket man con un extenso jam final de toques progresivos quedará grabada en la memoria para siempre.



Llegaron por supuesto, las baladas. Para nadie es un secreto que la dupla Elton John/Bernie Taupin ha escrito algunas de las canciones románticas más emotivas e inolvidables de todos los tiempos. El público limeño se rindió ante himnos del romanticismo pop como Goodbye yellow brick road, Daniel, Don't let the sun go down on me, Candle in the wind y Sorry seems to be the hardest word (una de las mejores de la noche). Para entonces, el concierto apenas iba por la mitad. La década de los 80s estuvo representada por dos de los mejores temas de su catálogo: Sad songs (say so much) y I guess that's why they call it the blues. Y así siguieron llegando los éxitos, entre densos arrebatos rockeros (The bitch is back), cadenciosos temas soul (Philadelphia freedom) y poderosas canciones románticas (Someone saved my life tonight), la noche iba llegando a su fin, no sin antes darse un tiempo para presentar tres temas de su última producción discográfica, grabada a dúo con otra leyenda del rock: Leon Russell. Después de cantar dos infaltables - Bennie and the Jets y Crocodile rock, la más coreada del show - la banda se retiró por unos segundos y luego apareció Elton John y desde el prístino sonido de su piano Yamaha interpretó las canciones que le hicieron ganar un Oscar en 1994: Circle of life y Can you feel the love tonight?. Finalmente, la banda en pleno reapareció para acompañar al divo en Your song, tema que compusiera en 1968 y que fue tocada respetando los arreglos de la versión original, algo que no suele hacer muy a menudo en sus últimas presentaciones.



La banda es un capítulo aparte: en el fondo, con enormes audífonos y guantes blancos, el mítico baterista Nigel Olsson que acompaña a Elton John desde su pre historia en Bluesology, el oscuro cuarteto inglés que servía de apoyo a Long John Baldry a fines de los 60s. A su lado, Kim Bullard se hacía cargo de las percusiones menores con la precisión que brinda la experiencia. En el bajo Bob Birch, miembro estable de la banda desde los años 90, de sonido sólido y redondo. Detrás del piano, los teclados de John Mahon creaban las atmósferas necesarias para cada tema, desde secciones de cuerdas y vientos hasta el clásico sonido de un Hammond B-3.

El cuarteto de voces femeninas hizo un trabajo fenomenal, y no era para menos pues venían comandadas por Rose Stone, cantante fundadora de la academia del funk Sly & The Family Stone. Completaron el coro su hija Lisa, Tata Vega y Jean Witherspoon. Y al frente de este conjunto de experimentados músicos, el guitarrista Davey Johnstone, director musical de The Elton John Band desde 1971 que trajo consigo un arsenal de guitarras y otros instrumentos de cuerdas (mandolinas y banjos). Johnstone y sus múltiples guitarras es el responsable de la cohesión de este grupo de amigos que cada noche rejuvenecen junto a ese espíritu del que hablábamos al principio, hoy tan escaso. Su presencia escénica corresponde al paradigma clásico del guitarrista de rock: etéreo, fantasmagórico, casi ingrávido.

La novedad la trajo el dúo de cellistas croatas Luka Sulic y Stjepan Hauser, quienes no solo acompañaron a la banda durante prácticamente todo el concierto, sino que además sirvieron de teloneros con cuatro canciones de distintas épocas del rock (Smooth criminal de Michael Jackson, With or without you de U2, Smells like teen spirit de Nirvana y Highway to hell de Ac/Dc), siguiendo la senda marcada desde 1993 por Apocalyptica, cuarteto finés que interpreta en el cello temas clásicos del heavy metal. Este dúo, llamado simplemente 2Cellos, lanzó su álbum epónimo en el 2011 y fueron convocados por el mismo Elton John para esta gira, que se inició en la ciudad de Cardiff, Gales.



Elton John y su experimentada banda dio inicio al año de conciertos en Lima por todo lo alto, con un espectáculo musical apoteósico, en una época en la que este adjetivo ha terminado totalmente tergiversado por su indiscriminado uso en esperpénticos programas de concurso que no pasan de ser mediocres intentos de figuración avalados por los medios de comunicación. Pero a pesar de pertenecer a la realeza de la música contemporánea, el Estadio Nacional no lució abarrotado como debería haber ocurrido. Sin embargo esto no fue impedimento para que quienes tuvimos la fortuna de estar allí, hayamos disfrutado de esta celebración del verdadero espíritu del rock, ese que trasciende gustos específicos, edades y modas pasajeras.