domingo, 27 de julio de 2008

CONCIERTO PARA GRUPO Y ORQUESTA


Nunca me han gustado los rankings. De una u otra forma, siempre dan la impresión de que reflejan el gusto particular de determinadas personas y a partir de allí, sirven como herramientas para darle dirección a las tendencias, a las preferencias del público, etc. El rock, ese género musical que ya inscribió su existencia dentro de los índices de cualquier tratado acerca de historia del siglo 20, es uno de los tópicos preferidos para la confección de rankings: los 100 mejores discos, los 10 mejores grupos, los 20 mejores guitarristas, y así podríamos continuar durante horas. Pero si me pidieran hacer una lista con los mejores eventos de la historia del rock, pues la noche del 24 de septiembre de 1969 estaría, sin lugar a dudas, en una posición privilegiada.

Esa noche se produjo un evento musical sin precedentes. Deep Purple sorprendió a la naciente comunidad rockera con un espectáculo extremadamente arriesgado, vanguardista y novedoso. En los tiempos en que el hippismo norteamericano y la resaca de la invasión británica dominaban las ondas radiales, el quinteto se presentó junto a la Royal Philharmonic Orchestra (más de 100 músicos en total) para estrenar una composición clásica de su tecladista y fundador, Jon Lord. La obra, titulada Concerto For Group & Orchestra tenía toda la estructura de la forma conocida como concerto, en tres movimientos que integraba de una manera nunca antes hecha, a una orquesta completa con un quinteto de rock, que funcionaba en esta oportunidad como el instrumento solista. A manera de los concertos grossos o las sinfonias concertantes (géneros clásicos muy usuales en el período barroco), la orquesta realiza una introducción en cada movimiento que define la estructura melódica de la composición y el instrumento solista (en este caso Deep Purple) interviene en pasajes individuales de gran factura. Esto estableció a Jon Lord como una figura de mucha importancia para la evolución del rock y posicionó a la banda como pionera en el mundo, aun poco explorado en ese entonces, de la fusión.


Lord, pianista de formación (sus especialidades iban desde Johann Sebastian Bach hasta Edward Elgar), acababa de cumplir los 28 años de edad cuando se decidió a estrenar este Concerto..., que había compuesto años atrás entre sesión y sesión de los tres primeros álbumes de su banda - Shades Of Deep Purple (1968), The Book Of Talyesin (1968) y Deep Purple (1969) - que desplegaban un sonido con fuertes influencias en el blues y el r'n'b, además de haber colocado en las listas de éxitos algunas muy bien logradas versiones de temas ajenos como Hush (de Joe South) o Kentucky Woman (de Neil Diamond). Pero aquella vuelta de tuercas dejó atónitos a los fans del quinteto, que no estaban tan advertidos de los talentos instrumentales de sus integrantes. Para el estreno del Concerto For Group & Orchestra, Deep Purple también estrenó a sus dos nuevos integrantes, en lo que constituye la primera aparición grande en público de la formación más conocida de los intérpretes de históricos clásicos del rock como Smoke On The Water, Highway Star, entre otros.

Meses después de la aparición al mercado de Deep Purple, el tercer álbum de la banda, el vocalista Rod Evans y el bajista Nick Simper fueron despedidos porque sus registros no llegaban a satisfacer los vuelos creativos del núcleo de la banda conformado por Jon Lord (teclados), Ritchie Blackmore (guitarra) e Ian Paice (batería). Los reemplazantes, Ian Gillan (voz) y Roger Glover (bajo), a pesar de no tener la formación clásica de Lord y Blackmore ni la intuición y pulso jazzero de Paice, confirmaron desde el principio que eran lo suficientemente buenos para la nueva dirección musical de la banda. La poderosa voz de tenor de Gillan - y su habilidad para lanzar agudos gritos sin recurrir al falsete - y el sentido del ritmo de Glover calzaron a la perfección con las intenciones de Lord y Blackmore. Y el Concerto For Group & Orchestra fue la prueba de fuego para aquella conjunción de destrezas que asombraría al mundo de la música a partir de entonces con su mezcla de rock, blues, psicodelia y texturas barrocas.

La premiere de la obra de Lord se realizó en el prestigioso Royal Albert Hall ante una audiencia conformada por una combinación de fanáticos de la banda con seguidores de la legendaria orquesta, que en esa ocasión estuvo bajo la dirección del compositor británico Malcolm Arnold. En el video pueden apreciarse carteles con la frase "Good Lord preserves us" (jugando con la palabra "Lord", apellido del tecladista que es utilizada en inglés para referirse a Dios) y enloquecidos espectadores que no pueden creer lo que están viendo y escuchando. Al mismo tiempo, serios señores y señoras, con sus vestidos de gala, con expresiones que denotaban cierta incredulidad. No era posible que esas impresionantes atmósferas de cuerdas o los épicos sones de la sección metales hubieran salido del cerebro de un tecladista de pelos largos, que solía tocar zarandeando el mueble aquel del inmenso Hammond B-3 como si se tratara de una caja o una maleta pesada.

La composición (de casi una hora de duración) se divide en tres movimientos: el primero, llamado Moderato-Allegro, se inicia con un crescendo de violines muy sutil que va evolucionando hasta convertirse en la línea melódica de la obra completa. Después de escucharla varias veces uno descubre la marca del estilo de Lord, una secuencia de acordes que podrían estar en cualquier de los posteriores éxitos de la banda. La primera intervención del grupo irrumpe con exactitud a final de los fraseos de la orquesta y entabla una relación de simbiosis entre el mundo de lo clásico y de lo psicodélico. El Hammond dominante de Lord se abre paso hasta el sentido solo de Blackmore - sin duda uno de los mejores guitarristas de la historia - que cierra su participación con un Re mayor abierto, como expresando la presencia pura y directa del rock and roll.

El segundo movimiento, Andante, permite la total integración de grupo y orquesta, sobre la base de una melodía apacible con letras escritas por Ian Gillan, en su mejor momento vocal. El tema, una especie de balada épica, fue la primera contribución de Gillan dentro del grupo y le permite tomar parte de esta experiencia musical única. Poco a poco, la orquesta y el grupo interactúan fluidamente, lo cual demuestra las bondades de la composición de Jon Lord y el poder de la batuta del experimentado Arnold, quien según el mismo Lord, fue el principal motor de esta aventura que mantuvo nervioso al compositor hasta el último acorde. En ningún momento hay situaciones forzadas, o que den la impresión de estar fuera de lugar.

Durante el movimiento final, Vivace-Presto, la sección de percusión de la RPO es la principal protagonista. Timbales, tarolas y vibráfonos se entrecruzan con los cornos en una suerte de contrapunto de enorme fuerza épica, como marco perfecto para el metronómico solo de batería de Ian Paice, uno de los momentos más notables de la obra. El baterista traza en unos cuantos minutos todos aquellos atributos que lo hicieron conocido como uno de los principales percusionistas del rock. El final de la obra, a manera del soundtrack de una película de ciencia ficción, confirma las sensaciones producidas a lo largo de toda la pieza: el efecto buscado por Jon Lord se muestra en su plenitud: la orquesta y el quinteto de rock se únen en final apoteósico, como si se tratara de un organismo único y no dos componentes por separado.

El concierto, que fue denominado The Best Of Both Worlds (Lo Mejor de Ambos Mundos) dio inicio a una larga historia de encuentros entre la música clásica y el rock, que hasta ahora continúa con la aparición de producciones de registros y calidades variables. La banda volvió a tocar la obra 30 años después, en 1999, esta vez con el guitarrista Steve Morse y la London Symphony Orchestra, bajo la dirección de Paul Mann. Aquí algunos videos del youtubo para quienes nunca hayan tenido oportunidad de ver y oír este Concerto For Group & Orchestra, uno de los eventos musicales de mayor trascendencia en los últimos 40 años...

Hasta la próxima...

http://www.youtube.com/watch?v=gLyqdzu-F4k (1st. Movement, solo de Ritchie Blackmore)



http://www.youtube.com/watch?v=CAGId9QLAqU&feature=related (2nd. Movement, canta Ian Gillan)

http://www.youtube.com/watch?v=2F9MI5Ag1vE (3rd. Movement, solo de Ian Paice)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico el concierto y felicidades por el aporte cultural.